Ante la Proclamación del segundo decenio internacional de los afrodescendientes 2025-2034 la mayoría de las comunidades y pueblos descendientes de africanos reciben con escepticismo esta declaración. En un balance del plan de acción establecido y el cumplimiento de parte de los Estados y gobiernos es negativo, fueron pocos los países y sus respectivos gobiernos que asumieron el primer decenio 2015-2024, y concretaron políticas públicas sólidas asumiendo las recomendaciones de las naciones unidas. La evaluación del primer decenio que culminó este 2024 es urgente realizarlo; el cumplimiento de los Estados de los lineamientos generales de reconocimiento, justicia y desarrollo, el diagnóstico de las pocas políticas públicas desarrolladas y sus logros, la ejecución presupuestaria y el balance de parte de las comunidades y pueblos afrodescendientes. En términos generales no hay avances en políticas públicas que favorezcan a los más de 200 millones de personas en la región descendientes de africanos y africanas. Seguimos en situación de pobreza crítica y los rostros de nuestras mujeres, niños y jóvenes son las imágenes de la miseria.
Resaltar que el alcanzar el Foro Permanente de los Afrodescendientes de las Naciones Unidas y el Día Internacional de los Afrodescendientes como grandes logros es un acto demagógico. El Foro Permanente fue una exigencia desde la fundación del sistema de naciones unidas, un reclamo en la conferencia de Durban 2001 y una demanda en el IV Encuentro de Movimientos Sociales Afrodescendientes en el 2011 en Caracas. Estamos convencidos que el Foro Permanente no es un espacio de participación, menos democrático. La manipulación del control de la derecha internacional de ese organismo tan desprestigiado y el privilegio de las elites de la afroderecha que maniobran en su interior no permiten que los reclamos y sus soluciones tengan un espacio de lucha. La mayoría de los habitantes de nuestras comunidades y pueblos no se enteran de los discursos dramáticos de quienes expropian sus vocerías. La profesionalización de los gestores sobre el tema es el principal obstáculo, los consultores y asesores de las tragedias de los afrodescendientes celebran esta nueva declaración y contribuyen con su silencio cómplice del retroceso y olvido de los avances de la Declaración de Durban y su plan de acción. Hay que construir colectivamente un espacio realmente participativo, profundamente democrático que genere acciones radicales para ganar la disputa con los gobiernos indiferentes, racistas y excluyentes.
El Decenio de los afrodescendientes fue una distracción en la agenda de las y los afrodescendientes. Los grandes centros de poder jugaron a castrar esa agenda, usando los mismos liderazgos de los afrodescendientes. Es urgente denunciar la parodia de participación de ese mal llamado foro permanente de los afrodescendientes. Hay que construir un espacio diferente radicalmente. La creación de un espacio autónomo y soberano de los movimientos sociales afrodescendientes progresistas es una salida ante la grave crisis política, el reimpulso de la extrema derecha en los gobiernos de la región y las nuevas formas de exclusión y racismo.
El tema principal es de carácter político. Retomar los logros de la conferencia de Durban; la declaración de crimen de lesa humanidad de la trata transatlántica de esclavos, el primer genocidio del mundo. La bandera de las reparaciones históricas y justicia reparativa es la línea de acción principal para impulsar. La construcción de una agenda por los derechos de los afrodescendientes pasa por señalar las causas estructurales del racismo y la discriminación racial.
Reiterar el lema de reconocimiento, justicia y desarrollo es parte de una maniobra de la burocracia y los centros de poder. No mencionar el tema de reparaciones históricas y justicia reparativa es colocarse del lado de una visión oportunista y complicidad con las naciones que deben resarcir el daño humanitario establecido como crimen de lesa humanidad. Debemos convertir el segundo decenio como pretexto para desenmascarar la derecha racista internacional, los liderazgos oportunistas y avanzar en la construcción de una modelo de sociedad de equidad, justicia social y sin racismo en el continente. A luchar por las reparaciones históricas y la justicia reparativa.
* Intelectual y activista afrovenezolano. Antropólogo. Profesor Universidad de Carabobo. Premio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2023 (Venezuela). Es miembro del comité ejecutivo de la Articulación Regional Afrodescendiente en las Américas y el Caribe (ARAAC).