Hollywood cumplió con el ritual de casi todos los primeros domingos de cada año al levantar el telón de la temporada de premios con la entrega de los Globos de Oro. Celebrada en el Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles y conducida con precisión por la comediante Nikki Glasser, la 82º edición de los reconocimientos concedidos por más de trescientos periodistas no estadounidenses radicados en distintos puntos del mundo tuvo como gran ganadora a Emilia Pérez, el narco-thriller musical del francés Jacques Audiard, que se llevó cuatro de las diez estatuillas a las que aspiraba, incluyendo la de Mejor Película en la subcategoría Comedia o Musical

Un pasito atrás se ubicó El brutalista, con tres, entre ellos el de Mejor Film en Drama, seguida por el pelotón que culminó con un premio. Anora, ganadora de la Palma de Oro en Cannes y considerada como una de las mejores películas del 2024, terminó con cero y el rótulo de gran derrotada estampado en la frente. En materia de series y miniseries, el marcador quedó con cuatro Globos para Shogûn y dos para Hacks y Bebé Reno.

Remontando vuelo

Este cronista consignó, en la nota publicada el domingo, dos preguntas a ser respondidas durante la ceremonia. La primera era ver qué tan acertados fueron los pronósticos de los principales medios especializados de Hollywood sobre las películas que protagonizarán las decenas de premiaciones pautadas para los próximos dos meses y cuyo plato principal es, claro, la 97º edición de los Oscar, agendada para el domingo 3 de marzo

Zoe Saldaña ganó como Mejor Actriz de Reparto por Emilia Pérez.

Dado que Emilia Pérez y El brutalista, que partían como principales favoritas debido a sus diez y siete nominaciones, respectivamente, terminaron como las premiadas, es probable que ambas continúen disputándose la hegemonía. Vale recordar que doce meses atrás aquí se dio el primer mano a mano (o casi, dado que una fue por el lado de Comedia o Musical y la otra, por Drama) entre Barbie y Oppenheimer, que culminó con una goleada de 5 a 2 a favor de la segunda, un preludio del desmoronamiento que sufriría la película de la muñeca más famosa del mundo en las galas posteriores.

Esta semana será clave para ver si lo de anoche fue, como el año pasado, el inicio de una tendencia. En especial el miércoles 8, cuando comience el periodo de votación para las nominaciones del Oscar, que se extenderá hasta el domingo 12, mismo día en que se entregarán los Critics Choice Awards. Las más nominadas son, con once, Wicked y Cónclave, que ayer se llevaron una estatuilla, seguidas por Duna: Parte dos y Emilia Pérez, con diez, El brutalista, con nueve, y Anora y La sustancia, con siete. 

Ese mismo día se conocerán las ternas de los SAG y DGA, concedidos por los aindicatos de actores y directores, respectivamente, y de enorme influencia de cara al Oscar dado que una porción importante de sus electores también forma parte de la Academia. El jueves 9, por su parte, será el turno de las nominaciones para el WGA de los guionistas, mientras el PGA de los productores hará lo propio el viernes 10.

The Brutalist fue el drama más premiado.

La segunda cuestión era ver cómo el Globo de Oro continuaba recuperándose del golpazo que significó la publicación, en 2021, de una investigación sobre los múltiples desmanejos de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), que organizó la premiación desde sus comienzos. A partir del escándalo, la HFPA se disolvió y cedió el control del circo a dos productoras con amplia trayectoria en el negocio del entretenimiento. Más allá de su relevancia en el esquema actual de consumo audiovisual, las series continúan relegadas en los Globo de Oro, a los que Glasser llamó “el lugar donde el cine le hace un lugarcito a la televisión”. 

Sin embargo, en un año con películas de menor calidad a las de 2023 y sin grandes estrellas como protagonistas, fueron los rubros anacrónicamente llamados televisivos los que permitieron que numerosos actores y actrices de renombre pudieran estar entre los nominados o, al menos, ocupando una de las sillas del amplio salón del Beverly Hilton. Habrá que ver cómo se las arreglan el Oscar y el resto de las premiaciones dedicadas exclusivamente a largometrajes ante un contexto a priori poco atractivo para quienes están más interesados en el glamour, la ropa y el jet set que en el cine.

Narcotraficantes, arquitectos y sustancias

Demi Moore ganó el primer premio de su carrera.

La ceremonia se extendió por más de tres horas, una duración que en los últimos años se intentó recortar, aunque parece que nadie le encuentra la vuelta. Pero fue relativamente entretenida, un tanto más descontracturada –seguramente ayudaron las botellas de champán siempre renovadas en las hieleras que oficiaban de centros de mesa- y, lo más importante, reconcentrada sobre sí misma. Lejos de los mensajes políticos que prodigaron en los últimos años, especialmente a partir de que la candidatura de Donald Trump comenzó a pasar de un chiste distópico a una cruda realidad, los ganadores entendieron aquello que dijo Mikki Glasser en su monólogo de apertura (“no podemos decirle al público qué votar”) y se dedicaron a lo que mejor saben: hablar de sí mismos, de sus carreras, de sus infancias y de la proverbial excelencia de sus compañeros de terna.


En esa tónica, lo más interesante salió de boca de Demi Moore, que recién ahora, a sus 62 años y con más de 45 de carrera, se apresta a bañarse en las aguas del prestigio dorado. “He estado haciendo esto durante mucho tiempo y ésta es la primera vez que gano algo como actriz, así que me siento muy honrada y agradecida”, dijo con su premio a Mejor Actriz protagónica en la subcategoría Comedía o musical por La sustancia, único triunfo de la película de Coralie Fargeat sobre cinco nominaciones. 

Luego recordó que hace tres décadas un productor la llamó “popcorn actress” (“actriz pochoclera”): “Entendí que el reconocimiento no sería algo que se me permitiera tener, que podía hacer películas que tuvieran éxito y ganaran mucho dinero, pero que no podía ser reconocida. Me lo creí y eso me atravesó con el tiempo, hasta el punto de que hace unos años pensé que tal vez esto era todo. Pero entonces me llegó a la mesa un guion mágico, audaz, valiente y absolutamente disparatado titulado La sustancia, y el universo me dijo que aún no había terminado”.

El resto fue una sucesión de agradecimientos de rigor, como demostró el amplio triunfo de “elenco y equipo” en el “contador de dedicatorias” que presentó Glasser promediando una gala en la que Emilia Pérez terminó llevándose los Globos a Mejor Película en la subcategoría Musical o Comedia, Mejor Película en Idioma no Inglés, Mejor Actriz de Reparto para Zoe Saldaña y Mejor Canción Original para “El mal”. Por el lado de Drama, la estatuilla a Mejor Película fue para El brutalista, que a su vez le valió la de Mejor Actor para Adrien Brody, “el dos veces sobreviviente al Holocausto”, como lo definió Glasser al momento de señalar la similitud de su personaje en esta biopic sobre el arquitecto arquitecto László Toth con el de El pianista.

Hacks, una de las ganadoras en Series.

Las otras películas reconocidas se llevaron un premio. Un dolor real se impuso en Mejor Actor de Reparto gracias a la labor de Kieran Culkin, mientras que el elegido como Mejor Actor en la subcategoría Comedia o musical fue Sebastian Stan por A Different Man. La máxima sorpresa de la noche llegó con el triunfo de la brasileña Fernanda Torres como Mejor Actriz en Drama por I’m Still Here, imponiéndose a pesos pesados del kilaje de Pamela Anderson, Angelina Jolie, Nicole Kidman, Tilda Swinton y Kate Winslet. 

Otra sorpresa, aunque menor, fue el Globo de Oro a Mejor Película Animada a Flow, lo que dejó con las manos vacías a las hollywoodenses Intensa-mente 2, Moana 2 y Robot salvaje. De Cónclave se esperaba más porque había acumulado seis nominaciones, pero debió conformarse con ganar como Mejor Guion. También con gusto a poco se fueron Desafiantes y Wicked, ambas con cuatro nominaciones, y vencedoras en los rubros a Mejor Música y Logro cinematográfico y en taquilla, respectivamente.

La pantalla chica

Ya se había dicho -escrito- el domingo: el fin de Succession fue también el fin de casi un lustro de su predominio en el favoritismo previo. El panorama asomaba incierto, pero Shōgun se encargó de esfumar muy rápido las dudas al llevarse los cuatro Globos a los que aspiraba: Mejor Serie de Drama, Mejor Actriz y Actor en la misma subcategoría para Anna Sawai e Hiroyuki Sanada y Mejor Actor Secundario para Tadanobu Asano. La contracara de la superproducción ambientada en el Japón del siglo XVII fue El oso, cuya tercera temporada acumuló cinco nominaciones y solo una flor: el premio como Actor protagónico en Comedia para Jeremy Allen White.

La serie, que sigue las desventuras de un reputado chef dispuesto a reinventar (y reinventarse) en el comedero familiar luego de la muerte de su hermano, perdió el rubro más importante donde competía, Mejor Serie – comedia o musical, ante Hacks, que también ganó en Mejor Actriz gracias a Jean Smart. La británica Bebé Reno, uno de los grandes fenómenos del año que se fue, cruzará el Atlántico con los Globos de Oro a Mejor Miniserie y Mejor Actriz de reparto, cortesía de Jessica Gunning. Como Mejor Actriz en Miniseries fue elegida Jodie Foster por True Detective, mientras Colin Farrell ganó entre los hombres por El Pingüino.

Bebé Reno se llevó dos estatuillas.

Las películas ganadoras

Mejor Película - Drama: El brutalista

Mejor Película - Musical o Comedia: Emilia Pérez

Mejor Dirección: Brady Corbet por El Brutalista

Mejor Película en Idioma No Inglés: Emilia Pérez (Francia)

Mejor Película de Animación: Flow

Mejor Actriz - Drama: Fernanda Torres por I’m Still Here

Mejor Actor - Drama: Adrien Brody por El brutalista

Mejor Actriz - Musical o Comedia: Demi Moore por La sustancia

Mejor Actor - Musical o Comedia: Sebastian Stan por A Different Man

Mejor Actriz de Reparto: Zoe Saldaña por Emilia Pérez

Mejor Actor de Reparto: Kieran Culkin por Un dolor real

Mejor Guion Peter Straughan por Cónclave

Mejor Música Original Trent Reznor y Atticus Ross por Desafiantes

Mejor Canción Original: "El mal", de Emilia Pérez

Logro en cine y en taquilla: Wicked

Shogun cosechó tres estatuillas.

Las series triunfadoras

Mejor Serie - Drama: Shōgun (Disney+)

Mejor Serie - Musical o Comedia: Hacks (HBO/Max)

Mejor Miniserie, Serie Antológica o Telefilm: Bebé Reno (Netflix)

Mejor Actriz Serie - Drama: Anna Sawai por Shōgun (Disney+)

Mejor Actriz - Musical o Comedia: Jean Smart por Hacks (HBO/Max)

Mejor Actriz - Miniserie, Serie Antológica o Telefilm: Jodie Foster por True Detective: Night Country (HBO/Max)

Mejor Actor Serie – Drama: Hiroyuki Sanada por Shōgun (Disney+)

Mejor Actor Serie en Comedia: Jeremy Allen White por El oso (Disney+)

Mejor Actor en Miniserie, Serie Antológica o Telefilm: Colin Farrell por El Pingüino (HBO/Max)

Mejor Actriz Secundaria: Jessica Gunning por Bebé Reno (Netflix)

Mejor Actor Secundario: Tadanobu Asano por Shōgun (Disney+)

Actuación en Comedia Stand-Up: Ali Wong por Single Lady (Netflix)