Disney se mantendrá "fuera de las guerras culturales". Así lo anunció su CEO, Robert Iger. "Ya no haremos activismo político", anunció el ejecutivo, y como ejemplo informó que recientemente eliminaron una historia sobre un atleta trans que iba a ser parte de la próxima serie animada de Pixar, Win or Lose.

Iger defendió el nuevo rumbo con el argumento de que "los padres prefieren abordar ese tipo de temas en sus propios términos". En los últimos años, la compañía fue señalada despectivamente como woke (progre), tuvo el affaire de "la Sirenita Negra", el caso de difamación relacionado con Donald Trump y una disputa con el gobernador de Florida.

Según el CEO, Disney se alejará de los debates culturales y políticos para "buscar reconectar con una audiencia más amplia".