Javier Milei suele repetir el mismo latiguillo cada vez que habla de las iniciativas estatales. "No existe algo así como los almuerzos gratis", dice para tratar de ejemplificar que -según él- siempre hay alguien que financia cualquier programa del sector público. Lo extraño parece ser que su propio gobierno se esmera en contradecirlo o bien, en ocultar bajo la alfombra algunos gastos reservados. La última prueba se materializó en el logo elegido para promocionar el Plan Nuclear: según el encargado del programa tan promocionado como poco concretado, el diseño corrió por cuenta de Cristian Gustavo Dzwoink (popularmente conocido como Nik) pero que de las arcas nacionales no salió ni un peso.
Nik no respondió si lo hizo solo por placer y el Gobierno también guardó sus cartas: no detallaron por qué lo eligieron a él ni cuál fue el criterio de selección. Eso sí, si fuera por militancia y amistad, Dzwoink pica en punta: el dibujante hasta metió mano en la Quinta de Olivos con un nuevo mural.
Información a medias
La confirmación de que el Gobierno no le abonó el trabajo llegó vía un archivo de información pública, en el que la Secretaría de Presidencia de la Nación aclara que "no surgen antecedentes de contrataciones" respecto de Dzwoink.
El documento al que tuvo acceso Página|12 es sumamente escueto: quizás aparándose en la reciente modificación de la Ley Nº 27.275, el Gobierno no detalló los criterios de elección del dibujante para el desarrollo del logo ni tampoco si hubo otros candidatos que evaluaron su producto para el Plan Nuclear.
Entonces, si el gobierno mismo dice que no le encargó el logo a Nik, porqué sí se sabe que lo hizo. Porque el propio Demián Reidel, cabeza del Plan y jefe de asesores del Presidente, lo dejó claro en su cuenta personal de Twitter. "Gracias Nik por el diseño del logo y de todo lo demás...", escribió cuando el dibujante le festejó el anuncio.
Encuentre las diferencias
Tal como contó este diario, los mayores interrogantes del Plan Nuclear no son ni el logo ni la persona elegida para llevar a cabo ese dibujo sino que radica sobre el continuo ajuste en la Comisión Nacional de Energía Atómica y el desmantelamiento del Carem, el reactor mediano que ya está en desarrollo pero que peligra por las decisiones políticas de la gestión libertaria. Nada de eso explican las cabezas del próximo Consejo Nuclear Argentino.
Pero siguiendo la costumbre, consultados por este cronista, tampoco dieron explicaciones sobre el logo ni por la falta de respuestas en el acceso de información pública. Quizás sí respondan a lo que varios internautas detectaron con la promoción del logo de Nik: una ¿extraña? similitud entre el nuevo logo y el usado por Nucleoeléctrica Argentina, organismo del Estado, en 2015.
Otros internautas, en tanto, juegan al mismo juego de las diferencias del dibujo de Nik con el logo de ReactJS, una aplicación para el desarrollo de páginas web.