La motosierra del gobierno de Javier Milei avanza a fondo en los sitios de memoria. La Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de Alberto Baños, despidió a la totalidad de los trabajadores que quedaban en el ex centro clandestino de detención Virrey Cevallos. En el ex Olimpo, apenas quedaron siete trabajadores con contrato vigente y fueron vaciadas áreas enteras. "Lo que el Gobierno quiere es que dejemos de contar lo que sucedió en esos años, pero no queremos dar el brazo a torcer”, dijo a Página/12 Raúl Ricardo Del Valle, uno de los trabajadores cesanteados del ex Virrey Cevallos.
Los despidos en los sitios de memoria son una constante desde el inicio de la gestión de La Libertad Avanza, en el marco del ataque a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Uno de los espacios más afectados es el ex Virrey Cevallos, en el barrio porteño de Monserrat, donde funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio bajo la órbita de la Fuerza Aérea. A fines de diciembre pasado, los últimos cinco trabajadores que tenía fueron despedidos, por lo que el espacio quedó sin personal con contrato vigente. En otras palabras, fue completamente vaciado. “Lo que el Gobierno quiere es que dejemos de contar lo que sucedió en esos años”, aseguró en declaraciones a este diario Raúl Ricardo Del Valle, uno de los trabajadores que acaba de ser despedido. “Al comienzo de la gestión de Milei éramos nueve, cinco de los cuales tenemos trabajando entre 15 y 20 años en el Cevallos”, contó. El espacio fue recuperado en 2004, durante la presidencia de Néstor Kirchner, gracias a la lucha de familiares, sobrevivientes y vecinos.
Tanto quienes tenían contratos bajo el llamado "Artículo 9", que deben ser renovados cada tres meses por decisión del Gobierno, como quienes habían ingresado con el ente cooperador de la ACARA (Asociación de Concesionarios de Automotores), fueron vícitmas del ajuste. En el primer caso, se decidió no renovar los contratos que vencían en diciembre; respecto al segundo, fueron intimados a aceptar un retiro voluntario. “No nos sentimos despedidos, no queremos dar el brazo a torcer”, afirmó Del Valle y sostuvo que “aunque a veces tenemos que estar en asamblea, intentamos seguir abriendo el sitio para continuar transmitiendo lo que sucedió durante la dictadura, y también contar cuál es la realidad que estamos viviendo los laburantes de los sitios de memoria en general, no sólo del Cevallos”.
Por otra parte, el trabajador del ex centro clandestino destacó el aporte para preservar la memoria que vienen realizando desde hace años, de forma articulada con diversos sectores de la comunidad educativa. “Después de la pandemia recibimos visitas de muchísimas escuelas, de primaria y secundaria pero también de universidades de acá e incluso del extranjero, como por ejemplo de Georgia, en Estados Unidos”, contó. “Esperamos seguir recibiendo a las escuelas y transmitiendo lo que sucedió en esos tiempos como también reflexionar sobre los momentos que venimos viviendo. Para nosotros no es un trabajo simple estar contándole a los estudiantes y las personas en general lo que sucedió en la dictadura, pero queremos estar para transmitir esa memoria”, explicó Del Valle y sostuvo que a pesar del desguace continuarán realizando las visitas guiadas de lunes a viernes de 10 a 16.
Desde marzo, trabajadores del Cevallos llevan adelante un fondo de lucha para ayudar a los despedidos “gracias a los compañeros de otros sitios como Orletti, Olimpo y Club Atlético, y a las Mesas de Trabajo y Consenso, que se pusieron al hombro el armado de actividades para juntar dinero para los que vamos quedando a la vera del camino”. Por otra parte, Del Valle afirmó que el Gobierno no tiene ningún interés en dialogar con los trabajadores de los sitios de memoria. “Ellos no nos ven como seres humanos, tienen en la cabeza que somos una cosa, y cuando levantamos la voz nos tildan de violentos, pero ellos son los violentos, porque no están pensando en cómo vamos a hacer para sobrevivir en estos meses, ni piensan en que hay muchos que pasaron los 50 años y se les vuelve difícil conseguir trabajo”.
El ex Olimpo fue otro de los sitios que sufrió una nueva tanda de despidos a fines de diciembre. Apenas siete trabajadores quedan actualmente con contratos vigentes, de aproximadamente 20 que tenía cuando se inició la presidencia de Milei. Entre las áreas afectadas se encuentran las de Educación, Articulación comunitaria, Mantenimiento, Conservación e Investigación y Desarrollo de contenidos, donde se encuentra el archivo y la biblioteca del sitio de memoria.
“No quedó nadie ni en Mantenimiento, ni en Conservación ni en Investigación”, denunció en diálogo con Página/12 una persona del ex Olimpo que quiso preservar su nombre. “Se está incumpliendo la ley de preservación, señalización y difusión de los sitios de memoria, y también el deber de protección de prueba, la acordada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para los sitios de memoria y el principio de reparación simbólica de las víctimas del terrorismo de Estado”, aseguró. “Es un atropello al derecho a la verdad y a la memoria” añadió y destacó que en 2023 el sitio ubicado en el barrio porteño de Vélez Sarsfield recibió la visita de 25 mil personas, y que el año pasado esa cifra fue aún mayor.
Informe: Juan Pablo Pucciarelli