A pocos días de enfrentar un importante vencimiento de bonos, la City se revolucionó con la aparente caída del riesgo país. El indicador de JP Morgan, que había tocado los 600 puntos, bajó repentinamente a 458 puntos, una cifra que parecía reflejar una mejora "considerable"en la percepción sobre la capacidad de pago del país. Sin embargo, la brutal caída fue un espejismo: se trató de un error de cálculo y la baja fue mucho menor, apenas el 1 por ciento respecto del lunes. Este martes cerró en 561 puntos.

Un aparente descenso del 27% en el Riesgo País desató una ola de optimismo dentro del Gobierno. El presidente Javier Milei no dudó en festejar el momento a través de su cuenta de Instagram, expresando su entusiasmo con un tajante "¡Vivo la libertad, carajo!", como señal de victoria ante la baja del indicador.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, también se unió a la celebración, publicando en sus redes un irónico: "Saluden al Riesgo País que se va…". Ambos mensajes reflejaban la euforia del Ejecutivo, que interpretó el dato como una posible señal de que la economía argentina comenzaba a estabilizarse.

Sin embargo, la alegría fue efímera. A pocas horas de la publicación de estos mensajes, JP Morgan desmintió la cifra, aclarando que el descenso del Riesgo País había sido producto de un error técnico. La entidad financiera explicó que estaban trabajando para corregir el índice, que finalmente se ubicó en 561 puntos, apenas un 1% por debajo del nivel registrado el día anterior.

Sin margen, aceptaron el error

Fue Felipe Núñez, asesor del ministro de Economía, Luis Caputo, el encargado de aclarar la confusión. A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, explicó que la baja en el indicador había sido provocada por un desajuste temporal debido a los pagos de cupones y amortización de bonos. "Paciencia, con el orden macro ya vamos a llegar a esos niveles", escribió Núñez, invitando a no sacar conclusiones precipitadas y asegurando que el Gobierno mantenía su enfoque en la estabilización económica.

Riesgo País: la fragilidad de los datos

El riesgo país, un indicador clave que mide la diferencia entre los bonos emitidos por Argentina y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, es fundamental para evaluar la percepción del mercado sobre la estabilidad económica de una nación. Sin embargo, este indicador es altamente vulnerable a errores y fluctuaciones repentinas que pueden alterar su interpretación. Este "malentendido" demostró cuán frágiles son los datos económicos cuando dependen de cálculos complejos que pueden cambiar en minutos.

Aunque una caída en este índice suele reflejar un aumento en la confianza de los inversores en la economía argentina, la realidad es que estos datos son sensibles a cambios de contexto, errores de cálculo o manipulación de la información. En este sentido, el reciente error de JP Morgan sobre el riesgo país resalta la necesidad de contar con datos precisos y confiables, ya que la menor equivocación puede generar expectativas erróneas y alterar el mercado, afectando la toma de decisiones.

La economía argentina sigue enfrentando un complejo panorama, como el creciente endeudamiento externo y la presión por cumplir con los pagos de deuda en los próximos años. En este contexto, cada indicio de mejora o retroceso en los índices puede desencadenar reacciones desproporcionadas. Las decisiones del Gobierno, en particular las relacionadas con la gestión de la deuda y las políticas fiscales, deberán ser tomadas con cautela, ya que los márgenes de error son cada vez más estrechos en un entorno económico tan incierto.


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