Con la muerte de Jean-Marie Le Pen se va también el último referente histórico de un movimiento de ultraderecha que, pese a todos los horrores del nazismo, consiguió resurgir con éxito en la Francia de fines del siglo XX y de principios del siglo XXI.
Le Pen se convirtió en el principal heredero de toda una corriente política e intelectual conservadora y reaccionaria, que comenzó a cobrar forma a partir del célebre caso Dreyfus pero que se consolidaría en 18 Se sentarían así las bases de un nacionalismo extremo