Las autoridades francesas y la revista Charlie Hebdo conmemoraron este martes el décimo aniversario de los atentados yihadistas que causaron la muerte de doce personas en enero del 2015, mediante un número especial del semanario satírico y un acto solemne en París.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, visitaron la antigua sede de la revista para rendir homenaje a las víctimas, colocando flores antes de observar un minuto de silencio. Posteriormente, asistieron al homenaje a un policía asesinado por los atacantes en su camino al lugar de los hechos.

Por su parte, Charlie Hebdo optó por utilizar su característico sentido del humor, publicando un número especial de 32 páginas bajo el lema "¡Indestructible!", dedicado a la sátira religiosa, con un dibujo de un lector sonriente sentado sobre un fusil de asalto en su portada.

Doce personas fueron asesinadas aquel 7 de enero de 2015 en el ataque, perpetrado por los hermanos Kouachi, franceses de origen argelino que habían jurado lealtad a Al Qaeda, tras la publicación de caricaturas satíricas de Mahoma, el profeta islámico. El atentado causó una conmoción mundial y dió lugar a un famoso eslogan en su apoyo: "Je suis Charlie" (Yo soy Charlie)

El deseo de reír

Un número especial de la revista conmemora el aniversario de una década del atentado con una edición doble con 40 viñetas provenientes de 28 países, bajo la consigna de #reirsedeDios. También contiene un editorial firmado por el director de la revista, Laurent Soisseau alias Riss, quien subrayó que "las causas del drama" siguen presentes, "al igual que la determinación" de la revista de sostener su labor.

En el artículo, Riss explica que, tras el atentado, la primera misión de la revista fue "sobrevivir", para evitar sucumbir ante la violencia. "Si Charlie se hundía, los terroristas ganaban", aseguró el director, que resultó gravemente herido en el ataque.


Frente a la renovada complejidad de la situación geopolítica actual, el editor y director reafirma la apuesta de la revista por "el deseo de reír" como un fin necesario. "La risa, la ironía y la caricatura son manifestaciones de optimismo", sentenció el autor.

Varios periódicos franceses se unieron a la conmemoración, dedicando su portada al aniversario. "¡Libertad, Libertad Charlie!" tituló Libération su edición del martes, mientras que Le Figaro dedicó sus paginas a advertir que Francia sigue "bajo la amenaza islamista" diez años después del atentado.

A pesar de las amenazas y los ataques, Charlie Hebdo sigue publicando decenas de miles de ejemplares semanales. Sin embargo, su sede permanece secreta y sus periodistas y dibujantes viven bajo estrictas medidas de seguridad.

Todos somos Charlie

El día de las conmemoraciones comenzó con una ceremonia frente a la antigua sede de la revista en la calle Nicolas Appert, donde se leyeron los nombres de las víctimas mortales del atentado: ocho integrantes de la redacción -cinco dibujantes, un invitado, un conserje y el entonces co-director de la publicación Stéphanne 'Charb' Charbonnier-, junto con un policía asignado a la protección de la revista y dos trabajadores de un local cercano.

Durante la ceremonia, se leyó un texto en denuncia de "la barbarie terrorista y en defensa de la libertad de expresión", seguido de una ofrenda floral y la interpretación de La Marsellesa, himno nacional francés. Además del presidente francés y la alcaldesa parisina, al acto acudieron el primer ministro, François Bayrou, el expresidente, François Hollande, y su ex primer ministro, Manuel Valls.

Tras el acto, Macron advirtió que el terrorismo sigue siendo "un riesgo importante en nuestras sociedades", por lo que no debe haber "ninguna relajación" en la vigilancia preventiva.

Más tarde, tuvo lugar otra ceremonia en el vecino bulevar Richard Lenoir, donde los hermanos Kouachi asesinaron a un policía que acudía al lugar de los hechos, una de las otras cuatro personas muertas como resultado del continuo ataque de Chérif y Said Kouachi, que fueron localizados y abatidos en las afueras de París dos días después del atentado.

"La tristeza es la misma, la emoción también", declaró el que era procurador general de París en la época, François Molins. A su vez, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, recalcó que "la amenaza terrorista sigue presente, no hay que olvidarlo" este martes, y precisó que las fuerzas de seguridad impidieron la comisión de nueve atentados durante 2024.

Proceso penal

Coincidentemente, este lunes comenzó en el Tribunal Penal de París el juicio contra los seis acusados por el ataque islamista de septiembre de 2020 contra la antigua sede de Charlie Hebdo, que dejó dos heridos graves.

El principal acusado es Zaheer Mahmood, de 29 años, quien atacó con un machete a dos personas fuera del edificio de la revista, confundiéndolos por trabajadores del semanario satírico. Mahmood está acusado de intento de asesinato terrorista, mientras que los otros cinco acusados enfrentan cargos de apoyo y complicidad en el ataque.

El juicio se celebra en un contexto de creciente tensión y amenazas, que incluyen el asesinato de un profesor de secundaria en octubre de 2020, quien fue decapitado por un checheno tras mostrar las caricaturas de Mahoma de Charlie Hebdo a sus estudiantes, como parte de una lección sobre la libertad de expresión.