Cazadores y verdugos

La violenta irrupción de fuerzas federales en la comunidad Mapuche Lafken Winkul Mapu, cercana al lago Mascardi significó inicialmente el escarnio por la detención de mujeres pobladoras de esa tierra junto a sus hijos. Luego, la muerte del joven de 22 años Rafael Nahuel por las heridas generadas por las tropas estatales.

Además, como contrainforma Moira Millán, hay un tendal de heridos. Víctimas del operativo.

Es evidente que la línea de acción lanzada desde los altos poderes establecidos es el exterminio y la aniquilación de luchadores en defensa de la tierra y contra el capital.

Estos fatídicos acontecimientos de horror y muerte se produjeron en simultáneo era velado el cadáver del joven anarquista Santiago Maldonado en su ciudad natal, 25 de mayo.

Cabe recordar que Santiago padeció junto a los resistentes mapuches la represión el 1º de agosto en la Pu Lof comunidad resistente de Cushamen. Esto implicó su desaparición forzada durante más de setenta días. Y posteriormente el hallazgo de cuerpo sin vida.

Los pioneros en la colonización de la Patagonia fueron antecesores de algunos de los actuales funcionarios. Quienes hasta contrataron a mercenarios sicarios como Butch Cassidy para que literalmente cazaran pobladores indígenas, y de ese modo exterminaron a la casi totalidad de los miembros de la etnia Ona.

Frente a estos acontecimientos, no alcanza con las declaraciones de repudio a este accionar nefasto.

Corresponde salir a las calles masivamente para frenar la oleada represiva que viene en tándem con las medidas regresivas en lo laboral, previsional, educativo sanitario y los tarifazos de servicios básicos.

Mucho más que las palabras son los hechos los que muestran la avanzada del capital y del Estado. Nadie está a salvo de esto.

Solidaridad activa y resistencia para la supervivencia son las sendas a recorrer.

Carlos A. Solero