El tomate paraguayo se comercializa en Córdoba y otras ciudades del interior, y genera preocupacón en La Plata donde tiene la competencia del producto local. En las zonas fronterizas estuvo siempre, aunque de manera informal. "El tomate paraguayo tiene hoy costos de producción mucho menores, que le permiten absorber y compensar el costo de flete, por eso llega a esas ciudades a un precio competitivo", sostiene la la ingeniera agrónoma de la UNLP Guillermina Ferraris.
La entrada de tomate de un país vecino es un golpe especialmente significativo para los productores platenses, que desde hace años abastecen a los conglomerados de Córdoba y Rosario, cuyos cinturones hortícolas desaparecieron. También se consume tomate chileno en Cuyo, ya que la producción de esa región está enfocada en el tomate perita, que tiene destino industrial. A esos mercados, poco tiempo atrás, llegaba la producción platense.
Los productores sufren, además del encarecimienot de los costos de producción por el modelo económico vigente, un problema de precio. Ellos suelen esperar a que pase el camión a recolectar para llevar al mercado. En diciembre pagaba, en el mejor de los casos, 4 mil pesos por cajón de 18 kilos, menos de la décima parte de lo que paga el consumidor en la verdulería.
El precio es malo para el productor, pero ahí no se terminan los problemas. La comercialización depende de una serie de eslabones sobre los que no tiene incidencia y cuyo resultado espera en estado de total incertidumbre e indefensión. Si alguno de ellos falla, su producto termina tirado en la zanja, a la vera de la ruta.
"Con el agravante de que no se paga en el momento. El camión va al mercado, vende, después vuelve y rinde, sin que el productor tenga ningún control de lo que ocurre en esa operación. A veces no se vende y se tira", explica la ingeniera agrónoma, que además integra el comité organizador de la Fiesta del Tomate Platense, que se realiza cada mes de febrero. Este año será la vigésima edición.
Según los expertos consultados, el atraso cambario repercute en el valor de todos los insumos, no solamente el combustible. Es el combo de dólar barato sumado a apertura de importaciones y demanda deprimida por falta de poder adquisitivo.
"El precio del gasoil repercute en las dos puntas del proceso. La más obvia, que todo el mundo tiene presente, es la logística y distribución, que se hace con camiones", explica Gustavo Tito, técnico del INTA, doctor en Ciencias Naturales y docente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ).
"Pero los combustibles también son necesarios para hacer el laboreo de la tierra. Algunos productores, para reducir la incidencia, pueden tratar de recurrir a los mercados de cercanía, pero también vienen muy golpeados", agrega el experto, que es conocedor de la situación de los cordones hortícolas que rodean a las principales ciudades bonaerenses, en especial el del Gran La Plata.
Un reciente estudio de la consultora especializada Montamat y Asociados afirma que en Argentina el precio del litro de gasoil se ubicó en USD 1,19 al cierre de 2024, superando a países como Brasil (USD 1,01) y Perú (USD 0,95) y Chile (USD 0,99) , pero también por encima de Uruguay (USD 1,15), que históricamente tuvo los combustibles más caros de la región. En Paraguay, puntualmente, el precio es de USD 0,90.
Un problema adicional es que no todos los productores cuentan con herramientas propias, que podrían ayudar a mantener esos costos medianamente controlados, lo que los obliga a recurrir a contratistas.
"Los que producen en una o dos hectáreas, por motivos de escala, no tienen un tractor propio, por eso se organizan y se cooperativizan. Algunas de esas cooperativas pudieron comprar tractores e implementos con ayuda del sector público en etapas anteriores. Esos están un poco mejor y les proveen el servicio a los que no llegaron a comprar. Hoy provincia ofrece algunas líneas de crédito, pero obviamente el volumen no es el que ofrecía la nación".
"Como consecuencia de esto, empezamos a comer hortalizas importadas. Alimentos no van a faltar, pero está en peligro la continuidad del aparato productivo. Ahora entra tomate paraguayo, algo que no ocurría hace alrededor de setenta años", ejemplifica Tito.
Otro experto señala que los precios de las hortalizas no tienen nada que ver con los costos de producción, porque son mercados muy complejos, en los que el productor es el eslabón más débil. El precio se forma en otro lado: en el puesto de la feria, el camión y la cámara frigorífica. Por eso, cuando un productor tiene una buena temporada intenta tecnificarse, para avanzar hacia la integración.
"Los cultivos de verano son la apuesta fuerte de los productores. El tomate especialmente, pero tmbién el ají, la frutilla. Lo que ocurre en esa campaña determina el resto del año. Por eso la llegada de hortalizas importadas es una pésima noticia para muchos", analiza.
Orgullo de la ciudad
"En el cinturón hortícola platense se producen tomates redondos, perita, cherry y también tomates platenses, que son una variedad específica local, que tiene unas características y un sistema de comercialización muy particular", explica Ferraris.
"El tomate platense es más sabroso, pero dura menos y eso obliga a una comercialización más directa. No suele ir al mercado acopiador, sino que se vende en el circuito gastronómico, en ferias y en bolsones. Ese mercado permitió aumentar la producción en los últimos años. Y la fiesta, que es un evento largamente esperado", agrega.
"En un contexto tan difícil, lo mejor que pueden hacer los productores es empatizar con el consumidor, fidelizarlo, tratar de lograr alguna identificación. La fiesta es parte de esa estrategia. El tomate platense siempre se vende todo", acota Tito.
Los productores organizados, con apoyo técnico del INTA, lograron que el tomate platense fuera reconocido por el Instituto Nacional de Semillas (INASE) como "semila criolla" a través de la resolución número 317/2022. La tarea de investigación previa se llevó adelante especialmente en la Estación Experimental Gorina, que el ministerio de Desarrollo Agrario posee en las afueras de la capital provincial.
La normativa establece los requisitos para registrar, identificar y comercializar semillas criollas, con el objetivo de reconocer el trabajo de agricultores familiares que, en todo el país que durante décadas, se han dedicado a adaptar especies y a conservar líneas genéticas.
INTA en conflicto
La situación laboral al interior del organismo es extremadamente tensa. Tras una primera ronda de despidos, el consejo directivo anunció que se tomaba un plazo de 75 días para elaborar y anunciar un plan de reestructuración. Los trabajadores aguardan ese plan en estado de alerta.
Por otro lado, la Asociación de Personal del INTA (APINTA), denunció penalmente la venta de la sede de la calle Cerviño, en el barrio porteño de Palermo, uno de los más rentables para el negocio inmobiliario en la ciudad, ocurrida en los últimos días de diciembre, a través de una subasta, por un monto de USD18,5 millones de dólares.
Antes, habían interpuesto un "recurso de reconsideración", en el cual solicitaba la intervención de la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE), en el que llamaban la atención sobre la extrema celeridad del proceso, violatoria de la autarquía del INTA.
La investigación recayó sobre el fiscal Sergio Leonardo Rodríguez y, de comprobarse irregularidades, deberán responder las autoridades designadas por el gobierno nacional: el prsidente Nicolás Bronzovich, la vicepresidenta Beatríz Giraudo y el consejero Carlos Vera.