La situación de los centros de salud de atención a las personas con discapacidad es cada día más dramática, en medio de los recortes y el ajuste que ha puesto en marcha el gobierno de Javier Milei. Producto de los aumentos y el congelamiento de las prestaciones que abona Nación, las instituciones y organizaciones hacen malabares para sostener los cuidados.
Adriana Salomone, gerente general de DINAD, un espacio de atención a personas con discapacidad intelectual, denunció que, producto del ajuste de Milei, la organización está “a punto del colapso y cierre”.
Esta situación no solo afecta a los trabajadores de la institución, sino también a todas las personas, niños y adultos, con discapacidad y sus familias que se acercan a alguno de sus tres centros ubicados en Caballito, Villa Urquiza y San Miguel.
“Tienen un altísimo impacto las políticas del Gobierno”, explicó Salomone en declaraciones a la 750, a la par que recordó que hace 60 años, cuando empezaron a surgir este tipo de instituciones, no existía la discapacidad en la agenda nacional.
Esto cambió con los años. “Con el tiempo se fue generando cultura en este sentido, políticas gubernamentales. Y todo lo que es discapacidad, en principio, está absorbido por Salud en cuanto al pago de prestaciones”.
El corazón de esta decisión tiene que ver con que las personas con discapacidad “tienen muchas más necesidades”, como el acceso a un hogar, terapias de rehabilitación, o remedios vinculados a enfermedades asociadas a su condición.
“Es todo lo que se tiene que brindar. Y hace añares tomó el Estado en sí lo que es el pago de prestaciones a los prestadores. El Gobierno en sí no tiene escuelas para personas con disparidad u hogares. Pero el pago llega a través de las obras sociales”, explicó.
Pasó hasta que llegó el Gobierno de Milei: “Ahora se congelaron los aranceles. Entonces, mientras los costos subieron –debemos estar casi 100 puntos abajo– los aranceles no. Yo creo que estamos a punto del colapso y el cierre. Porque no solo que todos los costos subieron, sino que las prestaciones se congelaron”.
Por eso, el camino de DINAD se presentó con un único rumbo: “Estamos pidiendo una mano, ya que no se va a escuchar en este momento lo que debería hacerse, que es actualizar los aranceles para que el prestador pueda prestar un servicio”.
“Creemos que si eso no se consigue, vamos a tener que apelar a la ayuda de la gente a pie. Del que pueda colaborar. Nos vimos obligados a recortar un montón de gastos que servían. En este momento estamos necesitando de todo. Algo simple, por ejemplo, una hidrolavadora. No llegamos a comprar una nueva”, dijo.
Quienes deseen colaborar pueden realizar donaciones a la siguiente cuenta bancaria: Banco Ciudad de Buenos Aires Cta. Cte. en pesos Nº 000000330000013208 CBU Nº 0290033900000000132082.