Mixtura moderna

Cuando Naranjo abrió en plena pandemia, mostró una filosofía que mantiene hasta hoy. Cocina muy sabrosa, vinos elegidos, materia prima de calidad y opciones para distintos estilos de alimentación: abundantes vegetales, ricas carnes y embutidos, buen pan de masa madre y varios etcéteras. Un bar en Chacarita que nació hipster, tomando los clichés de la modernidad muy en serio. Y rindió frutos. Este bar que nació exitoso, multiplicó superficie con deck en vereda, salón mucho más amplio y cómodo, y, hace unos meses, sumando un patio para eventos privados.

Detrás hay una dupla fuerte: Nahuel Carbajo, que tuvo la idea original, y Augusto “Aspi” Mayer, cocinero con años de experiencia, que tras unos años en Barcelona volvió ahora a Buenos Aires. “Mezclamos mucho y somos honestos con eso: tenemos los mejores tomates reliquia de Don Pacho o las increíbles anchoas de Hernán Viva; y compramos morrones en el mercado que están buenísimos, aun cuando no son orgánicos. Así logramos ofrecer muy buen producto con precios posibles”, dice Nahuel. Y es verdad: Naranjo es uno de los mejores ejemplos de bar de vino de Buenos Aires, con una propuesta canchera y mirada democrática, donde se puede gastar $25000 por persona; y también $80000.

Entre las raciones, la ricota casera, pimiento confitado, nueces y pasas de uva es una delicia ($6900); lo mismo el zucchini con queso de cabra, pesto y pistacho ($9600). Los tomates con aceite de orégano son jugosos y dulces ($10500) y, para más intensidad, está la porchetta con puré de peras ($12500). Entre platos más grandes, es excelente la salchicha de cordero ($16000) y ricos los hongos con un mole y puré de porotos blancos ($17000). Se suma un ojo de bife ($45000), morcilla con manzana ($16000), halloumi con harissa verde ($16500), entre otros.

Los vinos recorren productores pequeños y más grandes, vinos naturales y convencionales; y gana con varias exclusivas para Naranjo, elaboradas con algunos de los mejores enólogos de Argentina. El rosado de la casa, hecho por Casa Tano, sale $7000 la copa, y es un gran comienzo de noche veraniega.

Naranjo queda en Carranza 1059. Horario de atención: lunes a sábados de 18 a 24. Instagram: @naranjo_bar.

El barrio de moda

La fisonomía melancólica de Villa Ortúzar se ve en estos últimos meses envuelta en una moda gastronómica y cultural, con varios locales que posicionan al barrio como nuevo destino porteño. Entre esas novedades, aparece Popurrí, lugar que ejemplifica mucho de lo mejor que está pasando: espacios pequeños y personales, atendidos por sus dueños, con una propuesta propia, sin necesidad de seguir reglas establecidas.

Popurrí es la casa de Caro Salaberry y Nicolás Orlando, una joven pareja de gastronómicos con experiencia a sus espaldas. Ambos son vegetarianos y buscan ofrecer una cocina sin carnes que no caiga en lo light: hay sabor y contundencia, con platos que gustan a todos. “Aún siendo vegetarianos, nos gusta comer un buen sándwich de milanesa”, explican. Como respuesta a ese deseo, tienen por ejemplo uno de los mejores sándwiches de milanesa de gírgolas de Buenos Aires (vegano, obvio), con excelente pan schiacciata, lechuga, tomate, cebolla encurtida y la buena mostaza de estilo Dijon de Arytza ($12900). El capítulo sándwiches continúa con uno de portobellos asados ($13500), otro de queso halloumi ($13900) y uno más de milanesa de berenjenas ($12500). Luego hay platos ricos que comparten ingredientes: las gírgolas grilladas con cremoso de cajú salen $13900; los portobellos rellenos con distintos quesos viene con ensalada de papa, huevo, mayonesa, mostaza y eneldo ($15900); el queso halloumi a la plancha suma mermelada para toque dulce y la matcha de Cultivando Sur para lo picante ($13900). Entre lo mejor, los tacos de coliflor en tortilla de maíz ($13500) y los ñoquis de sémola (con crema de queso Goya de Fermier) a $15400. Para beber, hay una pequeña selección de ricos vinos (copa desde $5500), vermú y algunas cervezas artesanales.

Con una linda vereda barrial y pequeño salón interior, Popurrí la juega también de almacén, donde comprar buenos quesos de Argentina (Azul de Toro Azul, Brandsen de El Abascay, Brie de La Boheme, entre otros). Un bello lugar en un bello barrio.

Popurrí queda en Roseti 1325. Horario de atención: martes a viernes de 12:30 a 15:30 y de 19 a 22:30; sábados de 18 a 23; domingos de 12:30 a 16. Instagram: @popurribaralmacen.

Convertirse en clásico

Cuando Menenga abrió sus puertas en 2018, esa zona de Caballito Norte, cercana a Ferro, no tenía nada que se le parezca. Apenas una calle anónima de un barrio sin ambición gastronómica. Es ahí donde Nicolás González llevó su pasión por las hamburguesas de calidad; también donde enseguida creció en su búsqueda con la valentía de estar haciendo algo propio y personal. En estos seis años, Menenga se convirtió en un clásico moderno de un barrio que supo crecer en propuestas. Con un deck más amplio en vereda –consecuencia de la pandemia–, aun así es común que haya colas de clientes esperando a la noche por una de sus mesitas. El local es simple, rústico, con onda y una cocina 100 por ciento abierta, con honestidad a la vista.

Si hay que pensar un hilo conductor de Menenga, se pueden mencionar sus panes caseros, su amor por la cocina asiática que irrumpe en detalles como kimchis y picantes, y la potencia del sabor como leit motiv. La carta va cambiando, pero con algunos platos o ingredientes principales que nunca se van: las hamburguesas, la provoleta, las mollejas, el pollo frito, entre otros.

La carta actual arranca con platitos como los wonton fritos de cerdo y langostino, con mayonesa japonesa, alga wakame y salsa hoisin ($9000), las mollejas con miso, pico de gallo, crema de maíz y torogashi ($18000), el pollo frito coreano repleto de gochujang ($17200), el falafel con humus y salsa de maní ($9800) o la faina con burrata y frutillas a $15100, entre otros más. Platos más grandes: su milanesa de cerdo con kimchi casero ($16300) es un clásico hermoso; también la milanesa de pollo.

En el capítulo hamburguesas hay siete opciones (rondando los $14500), todas en un pan de cabutia que es realmente muy bueno: recomendada la de 180 gramos de carne con queso azul y gochujang; y la más simple de doble cheese.

Pasan los años y Menenga sigue siendo un gran lugar para tener en el barrio (consejo: podrían mejorar la cristalería que usan para el vino). Un pionero que levantó una vara y la mantiene ahí arriba.

Menenga queda en Espinosa 480. Horario de atención: martes a sábados de 19 a 23.30; sábados y domingos también mediodía. Instagram: @menengaresto.