"Aquí": la historia de los EEUU desde un punto de vista

Aquí 5 puntos

Here, Estados Unidos, 2024

Dirección: Robert Zemeckis

Guion: Eric Roth y Robert Zemeckis, basado en la novela gráfica de Richard McGuire.

Duración: 104 minutos

Intérpretes: Tom Hanks, Robin Wright, Paul Bettany, Kelly Reilly, Lauren McQueen, Harry Marcus, Zsa Zsa Zemeckis.

Estreno en salas.

30 años después del estreno de Forrest Gump, película emblemática de los ‘90, otro proyecto vuelve a reunir a su director, Robert Zemeckis, con su pareja protagónica, Tom Hanks y Robin Wright. Se trata de Aquí, basada en una novela gráfica de Richard McGuire (disponible en el país a través del sello Salamandra Graphic) que comparte con aquella algo más que el director y los actores de su adaptación cinematográfica. Aquí es también un recorrido por la historia de los Estados Unidos, solo que en lugar de utilizar un personaje ubícuo para enhebrar los distintos momentos (la tierna criatura interpretada por Hanks), toma un lugar específico para convertirlo en un escenario por el que desfilan épocas y personajes.

Ese punto fijo se encuentra frente a la casona en la que vivió William Franklin, hijo de Benjamin y último gobernador colonial de Nueva Jersey hasta 1776, quien, a diferencia de su padre -héroe de la independencia estadounidense-, siempre fue leal a la corona británica. Ahí mismo pero años después, se levanta una casa en cuyo living transcurren la mayor parte de las acciones de la película, con la mansión de Franklin siempre visible al fondo, a través de la ventana de la sala. Ese lugar es el “aquí”, el hogar en el que la película registra la vida de sus distintos habitantes a lo largo del tiempo y donde los distintos hechos históricos irán siendo citados como notas al pie.

Igual que en la novela, el punto de vista es siempre el mismo, a partir de un dispositivo de cámara fija frente a la que se desarrollan las situaciones. La película también replica el recurso visual distintivo del trabajo de McGuire, abriendo ventanas dentro del cuadro como si se tratara de viñetas, a fin de integrar en el plano acciones que ocurren en el mismo lugar, pero en distintos momentos. Este formato diacrónico le permite a la narración proponer nuevas líneas de sentido a partir de ese juego de superposición. Sin embargo, aquello que en la historieta resulta dinámico, en el cine produce una inmovilidad escénica que de modo inevitable remite al teatro (a pesar del empeño de Zemeckis para forzar una agilidad de la que el propio sistema elegido carece).

Esa decisión deviene en una artificialidad que va anegando el relato, haciendo que el dispositivo se vuelva más importante que aquello que se narra. La forma tapando al fondo como el árbol oculta al bosque si uno se para demasiado cerca. Una sensación en la que colabora el hecho de que algunas de las historias que tienen lugar en aquella sala son claramente secundarias, sin demasiado peso específico dentro de la estructura general. Algo que nunca ocurría en Forrest Gump, donde la omnipresencia del protagonista, lejos de redundar como ocurre Aquí, enriquecía la historia por vía del absurdo.