La decisión de Meta de suspender su programa de verificación de datos en Estados Unidos no pasó desapercibida en Brasil, donde generó una fuerte preocupación. Para las autoridades del país sudamericano, este cambio no es un tema menor. El recién nombrado ministro de la Secretaría de Comunicación, Sidonio Palmeira, fue tajante al calificar la medida como "perjudicial para la democracia". Según Brasil, la decisión de la empresa de Mark Zuckerberg podría intensificar la propagación de noticias falsas y el discurso de odio en las redes sociales, ya de por sí problemáticos en el país.
Con un panorama ya tenso, el Gobierno brasileño no tardó en reaccionar. La Fiscalía del país le dio a Meta 30 días para aclarar si esta decisión también afectará a Brasil, un plazo que comenzó a contar luego de que se enviara un oficio a la dirección de Facebook en el país. La pregunta que se hacen las autoridades brasileñas es clara: ¿cómo impactará esta medida en la lucha contra la desinformación que tanto ha costado?
En una declaración que no pasó desapercibida, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, se refirió a la decisión de Meta como una amenaza a la integridad de las instituciones democráticas en Brasil. En una reciente entrevista, recordó cómo las noticias falsas influyeron en el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, cuando seguidores del expresidente Jair Bolsonaro atacaron el Congreso y el Palacio del Planalto, bajo la consigna de derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva. "Lo que pasó en enero fue el resultado de la desinformación que circuló en redes sociales. Necesitamos proteger nuestra democracia", destacó Haddad, aludiendo también a las elecciones de 2018 y 2022, en las que las mentiras y los rumores jugaron un papel fundamental.
Pero no solo los ministros están preocupados. Joao Brant, el secretario de Políticas Digitales de Brasil, fue más allá y acusó a Meta de irresponsabilidad. "La empresa no solo está poniendo en peligro los derechos de las personas, sino que también está desoyendo la soberanía de los países sobre sus propios entornos digitales", aseguró. Para Brant, Meta está abandonando su responsabilidad de proteger la información de los usuarios y de frenar la propagación de falsedades. En resumen, lo que para algunos parece una medida económica más, para otros es una jugada peligrosa con efectos políticos y sociales de gran escala.
El impacto de las fake news
En Brasil, la desinformación no es un tema nuevo. Desde hace años, el país lidia con el impacto de las fake news en sus procesos electorales, con las redes sociales jugando un rol fundamental en la construcción de relatos paralelos que desinforman y polarizan. Las elecciones presidenciales de 2018 y 2022 dejaron en claro cómo las noticias falsas pueden influir en la opinión pública y, por ende, en el destino político de un país.
Por eso, no es casual que, hoy, las autoridades de Brasil estén reclamando ante una decisión de Meta que podría multiplicar los efectos de este fenómeno. En un momento tan delicado, en el que la democracia se encuentra a la defensiva frente a amenazas internas y externas, la verificación de datos es una herramienta indispensable para frenar la marea de mentiras que se esparcen en las redes sociales. En este contexto, la postura de Meta parece más que polémica. Y Brasil, con su historia reciente, no está dispuesto a dejar que esta decisión pase desapercibida.