Javier Milei concedió una entrevista ese miércoles en la que negó que su gobierno implemente un esquema de bicicleta financiera como en la dictadura, bajo la noción de que José Alfredo Martínez de Hoz lo hizo para financiar el déficit, mientras que él tiene superávit.

Más allá de que las diferencias entre aquel experimento y el actual son mínimas (ingresan dólares del exterior, compran pesos, lucran con la tasa de interés y después los cambian por dólares obteniendo una pingüe ganancia, todo mientras se genera un fenomenal atraso cambiario), lo llamativo fue que el mandatario dijo "Martínez Dios".

En la entrevista, dijo que "el otro modelo", que supuestamente es distinto al actual, es el de "Martínez Dios". Pudo haber sido un error fonético o un homenaje jugando con el lenguaje, propio de alguien que habla de "empresaurios".

Curiosamente, años atrás, cuando antes de ser un presidente verborrágico era un panelista verborrágico, la asociación con Martínez de Hoz no le hacía mucha gracia. En Intratables, su apología del liberalismo hizo que el periodista Carlos Gabetta lo llamara "el joven Martínez de Hoz", cosa que provocó la bronca del ahora presidente.

Milei dijo en ese momento que el programa de la dictadura había sido "gradualista" y que el ministro de Jorge Rafael Videla lo fue en un "gobierno totalitario", algo que hoy no dice sobre la dictadura.