A toda velocidad, y por ruta Nº9, un comunicado llegó a la Casa de Gobierno de Santa Fe. El remitente fue el PJ Bonaerense, que conduce Máximo Kirchner, y quien acusó recibo es el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro. En la misiva, el peronismo le pidió que deje de estigmatizar al Conurbano y le encomendó que reaccione ante los atropellos de la política económica del Gobierno nacional.

"Para repetir los errores, solo hace falta olvidarlos", es el título de la carta que lleva el logo del peronismo bonaerense. Allí se hace eje de los dichos de Pullaro, quien ligero de equipaje y con el tono típico de algunas editorales de una tribuna de doctrina, criticó los subsidios que -según él- Santa Fe le aporta a Buenos Aires vía retenciones del campo. En el mismo documento no dudan en responderle: no sólo detallan el aparato productivo que alberga el conurbano (por ejemplo, el 50% de la industria manufacturera) sino también recordaron el gesto de solidaridad de Axel Kicillof al enviar decenas de patrulleros cuando Rosario respiraba sangre en sus horas más calientes de inseguridad. "Más allá de esa particularidad Pullaro debería evaluar que, si su lógica se impusiera, millones de argentinos y argentinas podrían preguntarse por qué la plata de sus impuestos se destina a brindar mayor seguridad en una provincia que no es la suya", mencionan al pasar sobre la prioridad a Santa Fe en los recursos nacionales.

Pero lejos de quedarse con esa chicana, el texto del PJ bonaerense retoma una propuesta parlamentaria para hacer coparticipable las retenciones agrarias. "Bueno sería que el gobernador Pullaro ayudara a sumar voluntades en el Congreso Nacional para construir una solución parcial respecto de lo que propone, pero que mejoraría notablemente los ingresos de muchas comunidades. Más teniendo en cuenta que el Gobierno Nacional evade sus responsabilidades", detallan en la misiva.

El cierre del comunicado marcó el trasfondo del mensaje que dio el PJ Bonaerense: las retenciones, en realidad, sostienen el tipo de cambio que hace que miles de argentinos elijan vacacionar en Brasil. "Lo que sí está subsidiando el campo es la loca carrera de Milei por el Nobel de economía. O para ser más serios y realistas, lo que sí subsidia el campo es el pago de la deuda del Fondo Monetario Internacional y acreedores externos que, vaya paradoja, comenzó a desmadrarse con Mauricio Macri. Macri, Caputo y Milei son el verdadero triángulo escaleno. Uno se endeudó criminalmente, sin que eso redunde en un solo beneficio para la mayoría de los argentinos y argentinas. El otro, somete cruelmente a esa misma mayoría a peores condiciones de vida para afrontar una deuda irracional, injustificada y que, tal como está estructurada, no habrá sacrificio que la salde”.

“Es así como logra unirse en el desánimo y la falta de competitividad, a la industria y el campo que, hasta hace años atrás, se disputaban la parte del león y ahora ven como aquello que decidieron obviar se les vuelve una realidad que, inexorablemente, los pondrá en una situación que ya habían vivido”, concluyeron.