La desaparición de un hombre de 42 años oriundo de Roldán sigue siendo un misterio: se trata de Marcelo Molina, cuya camioneta y moto fueron halladas en un predio donde trabajan un familiar de su pareja. Se trata de un inmueble ubicado en el kilómetro 308, donde funciona una empresa dedicada a la producción de alimentos. Las cámaras del lugar tomaron el ingreso de la camioneta de Molina, el  viernes por la noche con un bulto, y con posterioridad una fogata hecha a base de pallets de madera, que duró un largo rato. Uno de los detenidos es el cuidador del lugar. Ese sitio fue analizado en profundidad por un especialista del Equipo de Antropología Forense, que no encontró restos humanos. Las sospechas se derivaron entonces hacia una zona entre Monje y Barrancas, donde fueron hallados pertenencias de Molina.  

Molina fue visto por ultima vez por su hermana Silvia a las 14.30 del viernes 3 de enero, cuando la llevó en su camioneta hasta el trabajo. Habían quedado en que la pasaba a buscar después de la jornada laboral, pero nunca más apareció.  La investigación judicial derivó en varios operativos, con tres personas demoradas además del hallazgo del vehículo, una moto, documentos y otras pertenencias del desaparecido.

Las pesquisas se basan en testimonios de familiares y apuntan a una relación sentimental del hombre con una mujer, que dataría de hace cuatro años. Ella es una de las demoradas, y la misma que fue detectada como acompañante en la Volkswagen Saveiro blanca de Molina después del viernes. Como vive en Funes, allí se centraron los procedimientos.

La causa se inició como una averiguación de paradero, por parte del fiscal Marcelo Vitola quien luego le comunicó al fiscal Adrián Spelta que habían aparecido objetos en un puente en cercanías de Monje, donde vivía una persona ligada a la amante de Molina. Alli se empieza a investigar de otra manera, y se ordenan rastrillajes, y se demora a la amante de Molina, a la hija y a un hombre ligado a la mujer, que sería su verdadera pareja. 

Según le dijo a Rosario/12 la hermana de Molina, Silvia , la mujer le había pedido dinero hace dos años a Molina para trasladar el cuerpo de su marido a Chaco, quien había fallecido por entonces. "Esta mujer le dijo a mi hermano que era viuda, pero fueron todas mentiras", aseguró la hermana de la víctima. 

De esta pesquisa surge la información en la tarde del martes que Molina habría sido asesinado y quemado en el predio del kilómetro 308, una planta industrial productora de alimentos, donde se encontraron algunas fogatas. Es que uno delos detenidos es el cuidador del lugar.

Allí se libran los allanamientos respectivos y la policía llega nuevamente el lugar junto a peritos forenses, pero en un primer momento no se encontraron restos humanos. Si embargo en la mañana del miércoles con las primeras luces del día su sumaron a la búsqueda un antropólogo y un grupo de perros, quienes marcaron un punto que levantó las sospechas. Ahi se buscó durante toda la mañana y se generó la noticia del hallazgo del cuerpo, que fue formalmente desmentido por la propia familia.

Al momento del cierre de esta nota no se habían encontrado restos humanos.

Los operativos ordenados por la Fiscalía Regional de Rosario para dar con Molina, con gran despliegue policial, tuvieron lugar en un predio lindero al barrio cerrado Kentucky, donde funciona una cocina industrial que produce viandas para hospitales. El casero vive en el predio que tiene un terrena descampado de cien metros por cincuenta, donde fue filmada una fogata el mismo viernes por la noche que levantó las sospechas de los pesquisas. El cuerpo pudo ser quemado allí pero sin dudas fue descartado en otro predio, según sospechan los investigadores. 

Un eslabón importante en la búsqueda fue el del Centro de Monitoreo de Funes que obtuvo imágenes de la camioneta Saveiro blanca en la que se trasladaba cuando fue visto por última vez. El rodado fue detectado haciendo varios trayectos en Funes luego de la fecha en que Molina desapareció, según informaron desde el municipio local. En las imágenes se puede ver a un hombre junto a una acompañante, que fue identificada como la mujer con la que mantenía una relación.

El lunes, desde la comisaria 5° de la localidad de Monje informaron que una persona había observado un bulto que parecía contener documentación y otros elementos. El DNI resultó ser el de Molina. También habían arrojado en ese lugar su teléfono celular, la licencia de conducir y una tarjeta de débito a su nombre. Junto a eso, había una escopeta.

Silvia, la hermana del hombre desaparecido, se inquietó luego de que Marcelo no apareciera a buscarla a su trabajo, como habían quedado, a las 17.30 del mismo viernes. Los dos viven en casas linderas, en la cuadra de Las Heras al 800 de Roldán. Cuando esa noche fue hasta el domicilio de su hermano, encontró la puerta abierta y el aire acondicionado prendido. Y observó que faltaban varias cosas, entre ellas un televisor y herramientas de trabajo.

Antes, por la tarde, le había resultado extraño que Marcelo le hubiera escrito por Whatsapp para avisarle que se había juntado con su pareja. Es que el hombre siempre se comunicaba con audios, nunca por mensajes de texto. Ante la insistencia, las respuestas seguían siendo escritas. «Él siempre me manda audio. Si le molesta mi llamada, me va a putear porque tenía un carácter bastante jodido», le dijo Silvia a la FM 92 de Roldán.