"Son 360 familias que tienen obra social por dos o tres meses y después se corta. Nuestro hospital va a estallar en el invierno, ya estamos viendo eso y no hay mucha alternativa cuando no hay respuesta del gobierno nacional", había expresado el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, al describir el impacto que tendrá el cierre de la planta de calzado de origen brasileño DASS, en diálogo con Buenos Aires/12. Y ahora ocurrió un nuevo capítulo en el conflicto que dejó más incertidumbre que soluciones.
Este miércoles, el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires convocó a una nueva audiencia para abordar los 360 despidos anunciados por la empresa que decidió cerrar su planta fabril en Coronel Suárez. A pesar de la intervención del organismo provincial, la situación no mostró avances positivos. Las autoridades de la firma definieron a la decisión como “indeclinable”, desechando cualquier posibilidad de negociación que pudiera salvar los puestos de trabajo.
La reunión contó con la participación de representantes de la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (Uticra), las firmas DASS Argentina y Adidas Argentina, el municipio y el Ministerio de la Producción. Además, estuvieron presentes el subsecretario de Relaciones del Trabajo, Andrés Reveles, y el director provincial de Negociación Colectiva, Juan Pablo Lorenzo.
Durante la audiencia, las empresas presentaron un pedido para culminar la instancia administrativa, ratificiando una vez más que su decisión de cerrar la planta era irreversible. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo rechazó esta solicitud al indicar que la postura de la empresa “compromete la buena fe negocial y la paz social”, según pudo conocer este medio.
La planta de DASS en Coronel Suárez es la principal fuente de empleo privado en un distrito que tiene 43 mil habitantes y fabrica calzado para las multinacionales Nike y Adidas, pero además tiene las licencias de Umbro y Fila. Nike y Adidas, desde la apertura importadora iniciada por el gobierno de Javier Milei, prescindieron de las ensambladoras, ya que les resulta más económico importar.
Su cierre tendrá un impacto devastador en la economía local. De acuerdo con estimaciones municipales, 400 familias se verán afectadas directamente y otras 400 de manera indirecta. Comerciantes, proveedores y trabajadores de servicios vinculados a la planta también sufrirán las consecuencias.
El secretario general de Uticra, Agustín Amicone explicó a este medio que los empleados recibieron los telegramas mientras estaban de vacaciones. Además, detalló que, si bien la empresa aseguró el pago de indemnizaciones, esto no representa una solución para la comunidad afectada. "Nuestra interpretación es que la empresa se agarra de la decisión del gobierno nacional de liberar las importaciones. Como no hay regulación, lo que estaban fabricando aquí, ahora lo importarán. Una parte de la producción podría trasladarse a la planta de El Dorado, pero en una cantidad mucho menor", agregó.
Desde el Ministerio de Trabajo bonaerense convocaron a una nueva audiencia para el próximo miércoles 15 de enero con el objetivo de ultimar instancias y llegar a un acuerdo para sostener la planta.