Como se ha visto a lo largo de los primeros trece meses de gobierno, Javier Milei sufre una sugestiva tentación por la falta de precisión en los números de su gobierno, que lo ha llevado a chocar infructuosamente contra la dura pared de la verdad. Esta semana, al defender su modelo económico, el Presidente habló de una “expansión de la economía robusta”, dijo que se apreciaron los salarios de los trabajadores no registrados y aseguró que “el desempleo no aumentó”. Como ha ocurrido en otras ocalos números no se condicen con la realidad.