El último de los cien chalets del trazado original del barrio de Parque Chas está en peligro. Abandonado, su demolición ya está en marcha, su tejado ya fue retirado, pero una precautelar de la Justicia porteña podría salvarlo del final a último momento. Los vecinos y vecinas del barrio vienen reclamando que no se construya un edificio en el lugar para recuperar el chalet con más de cien años de historia, al que catalogan como "el último bastión que nos recuerda ese primer gran loteo".
Fue la jueza María Rosa Cilurzio del Juzgado de Feria N° 2 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario la que dictó la medida precautelar para que "se suspenda toda autorización o permiso de demolición y de trabajos constructivos en el predio de la calle Ávalos 1780 esquina La Pampa 5204”. El freno es hasta que el Gobierno porteño remita las documentaciones de la autorización de la demolición para ser analizadas por la Justicia y definir si ratifica la medida o emite un fallo de fondo por el conflicto.
La resolución, sin embargo, llegó algo tarde. Días atrás, el propietario actual del lugar había llegado a comenzar los trabajos de demolición autorizados por el GCBA, empezando por el techo del chalet de dos plantas que da a la esquina de Ávalos y La Pampa. A tal punto que ya las tejas no están y sólo queda el esqueleto de vigas del techo sobre las paredes derruidas de la casa abandonada, sin habitantes desde hace décadas. Según pudo saber este diario, en el lugar se proyecta un nuevo edificio, también de dos plantas, pero de departamentos y comercios.
Jonatan Baldiviezo, abogado del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), que encabezó el amparo, dijo a este diario que, pese al fallo, las tareas de remoción todavía continuaban este jueves: "Salió la orden de la medida precautelar, pero aún no logramos que la demolición se frene en los hechos, el propietario dice que todavía no fue notificado, pero el Gobierno ya fue notificado dos veces", sostuvo. Página 12 consultó a fuentes de la Secretaría de Desarrollo Urbano porteña sobre la situación y remarcaron que la resolución es una precautelar que pide remitir los expedientes administrativos. Aseguraron, además, que la catalogación del inmueble fue desestimada por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP), por lo que actualmente no tiene protección: “Está todo en orden”, afirmaron.
Si se concreta la demolición ya no quedará ningún chalet del trazado original ideado por Vicente Chas. Así lo cuentan los vecinos y vecinas del barrio, agrupados en el colectivo Somos de Parque Chas, que desde que se enteraron que la demolición avanzaría vienen informando en sus redes sociales sobre la historia del lugar. Los documentos muestran incluso las publicidades originales difundidas tras la aprobación en 1923 del trazado laberíntico que caracteriza al barrio, y que impulsaba la venta de los cien lotes exclusivamente destinados a la construcción de este tipo de chalets.
Según indican los vecinos y vecinas, las casas debían contar con los siguientes condiciones: respetar la estructura de dos plantas y dejar tres metros de jardín al frente, al tiempo que se prohibía la construcción de negocios en su interior, entre otras. "El proyecto era de los arquitectos Zapiola, Acosta y Froio, los mismos que diseñaron y construyeron por esos años numerosos chalets de estilo inglés", precisan y agregan que "con el correr del tiempo todos los chalets fueron sufriendo modificaciones, salvo el de la esquina de Ávalos y La Pampa, con una gran visibilidad debido a su ubicación, el último bastión que nos recuerda ese primer gran loteo". El folleto de la publicidad, aseguran los vecinos y vecinas, mostraba precisamente el diseño de la casa de Ávalos y La Pampa.
Por todo esto, el colectivo organiza un nuevo abrazo simbólico al chalet --ya habían realizado uno a fines de diciembre--, que se llevará a cabo este viernes a las 18 en esa esquina. Desde Somos de Parque Chas advirtieron que, antes de que comenzara el proceso de demolición, los vecinos y vecinas ya habían presentado pedidos de catalogación del inmueble "en audiencias públicas, como en un proyecto de ley vecinal vigente en la legislatura porteña". "También se encontraba dentro de las propiedades anteriores a 1941 de las que el GCBA debía ocuparse de evaluar y catalogar", señalaron sobre la decisión del CAAP de desestimar su protección.
Son conscientes de que el estado del inmueble es crítico, pero no pierden la esperanza de que se pueda recuperar de algún modo: "Está desocupado hace décadas y sabemos que sostener una casa de estas características implica un costo económico importante. Pero ahí es donde debe responder el Estado con políticas públicas que preserven los bienes que son parte del patrimonio cultural de los vecinos de Parque Chas y de todas las personas que circulan por la zona", sostienen.