El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, se perfilaba como ganador de los comicios del domingo con una pequeña ventaja sobre su principal rival, Salvador Nasralla, quien denunció “fraude” y dijo que desconocerá el resultado.
El lento conteo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) beneficiaba al presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional (PN, derecha), con 42,77% frente al 41,54% de Nasralla, con el 91,37% de las actas escrutadas.
La presión en las calles comenzó a subir ante la larga espera del escrutinio completo. La policía usó gases lacrimógenos la madrugada de ayer para reprimir una protesta de seguidores de Nasralla frente al local donde el TSE recuenta los votos.
David Matamoros, presidente del órgano electoral, denunció que manifestantes fueron frenados por militares mientras intentaban romper el portón de acceso a los salones donde revisan las actas.
Hacia el mediodía de ayer, los simpatizantes de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura volvieron a ser dispersados con bombas de gases, mientras contraatacaron con piedras.
Nasralla había llamado a sus seguidores a las calles a defender lo que consideró su victoria y denunciar un “fraude”. Sus llamados fueron atendidos en media docena de ciudades, bloqueando carreteras con la quema de llantas.
La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) urgió, en una nota enviada a Matamoros, “procesar la totalidad de las actas de cierre” garantizando “absoluta transparencia”.
Hernández, de 49 años, busca un segundo mandato amparado en un fallo de la justicia, pese a que la Constitución prohíbe la reelección.
Por su parte, Nasralla, de 64 años y sin experiencia política, representa a la Alianza Opositora, bloque de izquierda encabezado por el expresidente Manuel Zelaya, derrocado en un golpe de Estado en 2009.
El próximo presidente será el candidato que obtenga más votos, aunque no logre mayoría absoluta, pues en Honduras no existe el ballottage.
Nasralla cuestionó la ventaja de Hernández y la atribuyó a un fraude perpetrado por el oficialismo en alianza con el TSE.
El candidato opositor denunció una serie de prolongadas caídas en el sistema de cómputo del TSE como una maniobra para alterar actas y favorecer a su contrincante.
“No reconocemos los resultados porque se cayó el servidor (del TSE) y empezaron a entrar cosas que no podemos permitir, actas que no están firmadas y ustedes lo pueden verificar, son actas violentadas, no tienen firma de los representantes en las mesas”, aseguró Nasralla, quien perdió los cinco puntos de ventaja que tenía el lunes, cuando se había contabilizado casi un 70 por ciento de las actas.
El sistema de transmisión de datos sufrió el miércoles una caída de cinco horas y otras más breves.
Zelaya propuso ayer hacer un recuento de 1.600 actas, sobre 18.000 en total, que han sido cuestionadas, que sea transmitido en vivo por la televisión y en presencia de observadores internacionales.
“Que no nos digan (los miembros del TSE) que ellos van a hacer solos el recuento porque no (les) tenemos confianza”, sentenció el expresidente.
El candidato opositor acusó al presidente del TSE de actuar en “contubernio” con el oficialismo para alterar los resultados. Matamoros negó estas acusaciones.