“Necesitamos que los argentinos despierten. En este momento están matando a los mapuches pero vienen por todos. Las mujeres nos estamos organizando para frenar la violencia”, dijo desde el escenario Irma Caupan, integrante del pueblo mapuche y de la Marcha de Mujeres Originarias por el Buen Vivir. Fue en la noche del miércoles, en el Centro Cultural de la Cooperación, al recibir la distinción que le entregó la Fundación Agenda de las Mujeres a la Marcha, ese movimiento que articula a mujeres de más de treinta pueblos originarios y que apela a un Estado plurinacional que dé cuenta de una agenda indígena, que comprenda que hay otra forma de habitar la tierra.
Caupan es psicóloga social y está radicada en la ciudad de Buenos Aires. A su lado, en el escenario, Marta Berretta, también mapuche, de Los Toldos, se emocionaba mientras decía: “Es la primera vez que recibimos un reconocimiento. Estamos más acostumbradas a que nos persigan. Y hoy, muy tristes por los últimos acontecimientos en el sur”, en alusión al asesinato de Rafael Nahuel, en Bariloche. Promediaba la ceremonia de entrega de los tradicionales reconocimientos que entrega la Fundación Agenda de las Mujeres a quienes se destacan en la defensa de los derechos de las mujeres, las ideas feministas y los derechos humanos en general.
“El patriarcado nos oprime por mujeres y por indígenas. Gracias por darnos voz”, siguió Kurvf Ñi Malen Curaqueo Nahuelquir, una joven mapuche de 22 años, que vive en Esquel.
Las activistas mapuches fueron reconocidas por la Marcha de Mujeres Originarias por el Buen Vivir, que se hizo por primera vez en abril de 2015, encabezada por la referente mapuche Moira Millán, y se convirtió en un movimiento. Berretta aprovechó para invitar el 9 de diciembre, a la primera marcha transfronteriza “en apoyo el pueblo mapuche”, que en Buenos Aires tendrá su convocatoria principal en el Monumento a Roca, sobre Diagonal Sur, y se replicará en distintas ciudades del otro lado de la cordillera. “Lo que hacemos es defender nuestro territorio. No estamos solas. Nos están acompañando nuestros antepasados”, agregó Berretta.
La periodista Liliana Daunes condujo la ceremonia, en la que resonaron –en las voces de las premiadas y de quienes fueron invitadas a entregar las estatuillas– duras críticas al ajuste económico, a la criminalización de la protesta social, y a los retrocesos que se han dado en términos de derechos durante la gestión macrista. Otra de las distinguidas fue Milagro Sala, y en su lugar los recibieron integrantes del Comité por su liberación y miembros de la Tupac Amaru. El premio lo entregó la ex embajadora en Cuba Juliana Marino. “Podemos tener diferencias entre nosotras, pero hoy tenemos que saber de qué lado ponernos”, exhortó Marino al auditorio feminista. En la platea se destacaban Nina Brugo, Nelly “Pila” Minyersky, Dora Barrancos, Mónica Tarducci, Diana Maffia, María Elena Naddeo, entre tantas.
Hubo otras distinciones: a Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, cuyo hijo Miguel Angel, estudiante de Arquitectura en la UBA, fue secuestrado el 29 de mayo de 1976 y un año más tarde, su hija Adriana Silvia. Boitano avisó que no llegaba a recibirlo porque estaba demorada en los tribunales de Comodoro Py, siguiendo la lectura de la histórica sentencia del tercer juicio por los crímenes de la Esma. También fue premiado el trabajo de Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no Sexista, una red federal de más de un centenar de periodistas que batalla contra los estereotipos de género en los medios y cuya labor fue fundamental para incorporar el concepto de “femicidio” –para reemplazar la idea del “crimen pasional”– en las noticias sobre asesinatos de mujeres en contextos de violencia machista.
También fue distinguida la comunicadora travesti y artivista Susy Shock, la organización Católicas por el Derecho a Decidir, el Movimiento Popular “La Dignidad”, Tierra Violeta, el espacio feminista liderado por Diana Maffia, la socióloga feminista e investigadora de la UBA María Alicia Gutiérrez, integrante de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, el Parlamento de las Mujeres, conformado por representantes de la sociedad civil en el ámbito de la Legislatura porteña y que actualmente preside Nelly Minyersky, y Gabriela Ramos, docente, y militante por la educación sexual integral.
Al mismo tiempo, se presentó la edición 2018 de la Agenda de las Mujeres, que se edita hace 25 años. En esta oportunidad lleva en la tapa el lema: “Rebeldes, libres y soberanas”. “Esa frase tiene mucho que ver con el contexto de hoy. Y pensamos la soberanía sobre nuestro cuerpos, nuestras mentes, y nuestros territorios”, explicó a este diario Susana Gamba, una de las caras más visibles de ese espacio feminista. La agenda, contó, tuvo “hermanita”: la Fundación editó por primera vez otra dirigida a niñas y adolescentes, con perspectiva de género y enfoque feminista.