El gobierno provincial invirtió más de 30 mil millones de pesos en diversos programas alimentarios, a lo largo del 2024. Los fondos se distribuyeron a través del Programa Social Nutricional (ProSoNut), la Tarjeta Institucional y la Tarjeta Única de Ciudadanía, además del reparto de módulos alimentarios y los refuerzos de fin de año. En el año los programas tuvieron aumentos que, en algunos casos, llegaron al 180%. “Representó una mayor carga para la provincia no contar con tanta asistencia del gobierno nacional”, señaló Sergio Basile, secretario de Desarrollo Territorial del ministerio de Desarrollo Humano. Además, desde la Casa Gris destacaron la realización de controles “con el objetivo de dar orden, transparencia e institucionalización al servicio alimentario”. Por las auditorías realizadas se dieron de baja 155 tarjetas institucionales que presentaban algún tipo de irregularidad. “La evaluación es positiva porque pudimos llegar a las personas que más lo necesitaban”, añadió en diálogo con Rosario/12.

Haciendo una suerte de balance, el gobierno compartió el número preciso: durante el 2024 el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano invirtió un total de 31.126 millones de pesos en materia alimentaria. La mayor parte de ese monto fue a la Tarjeta Institucional destinada a comedores y copas de leche, donde la Casa Gris invirtió unos 11.703 millones de pesos. La cifra significó un aumento del 100% a lo largo del 2024, aunque dividido en tres tramos: un 50% en febrero, 25% en mayo y 25% en agosto. Los fondos fueron incorporados a través de las 958 tarjetas institucionales activas.

En tanto, el gobierno mantuvo convenios del ProSoNut con 260 localidades e instituciones que prestan servicio alimentario a niños y niñas de entre 2 y 12 años. En ese contexto, la inversión del gobierno provincial fue de 6.130 millones, lo que representó un aumento del 160% durante el año. Asimismo, la cartera de Igualdad y Desarrollo Humano registró 64.386 beneficiarios de la Tarjeta Única de Ciudadanía, que demandó una inversión anual de 9.896 millones de pesos. Durante el año pasado, el monto percibido por cada uno de los beneficiarios santafesinos se incrementó en un 180%.

“Fue un año muy difícil. Sabíamos que iba a ser complejo, pero no la magnitud de la demanda en lo alimentario”, evaluó Basile en declaraciones a Rosario/12. El dirigente también reconoció las dificultades que generó para la gestión la decisión del gobierno nacional de cortar el envío de alimentos a las organizaciones sociales. “Fue un problema. Nosotros no cortamos la asistencia desde que iniciamos la gestión, por más que había que ordenarlo y generar mejores condiciones. A final de año tuvimos un mejor diálogo con Nación que ha enviado algunos alimentos y estamos repartiendo y certificado con instituciones, municipios y comunas. Pero obviamente representó una mayor carga para la provincia no contar con tanta asistencia del gobierno nacional”, añadió.

La asistencia alimentaria también se extendió durante fechas puntuales como el mes de las infancias, donde el gobierno repartió módulos alimentarios en los comedores y merenderos de la provincia por más de 100 millones de pesos. Lo mismo ocurrió durante las fiestas de fin de año, donde se reforzaron los programas por casi 2 mil millones de pesos y se entregaron 144 mil módulos navideños a organizaciones e instituciones que no están incluidas en los programas provinciales. En ese marco, la inversión superó los 1.200 millones de pesos.

Desde el gobierno también recordaron que durante 2024 se intensificaron los controles “con el objetivo de dar orden, transparencia e institucionalización al servicio alimentario”. En total hubo 887 auditorías sobre los programas, que derivaron en la baja de 155 tarjetas institucionales por algún tipo de irregularidad. Eso significó una reinversión de 1.200 millones de pesos en 234 nuevas altas. “Encontramos un desorden muy importante en cuestiones vinculadas a la rendición de cuentas, en el ordenamiento de las instituciones y sobre todo en la estrategia alimentaria”, reconoció Basile y agregó: “Las auditorías nos permitieron tener un mejor panorama para el final del año, que acompañamos con mayor inversión”.

 

En ese marco, el funcionario remarcó que los controles realizados ayudaron a optimizar los recursos puestos en el área. “La evaluación es positiva porque pudimos llegar a las personas que más lo necesitaban. Encontramos comedores fantasmas, terrenos baldíos y depósitos vacíos, que dimos a conocer públicamente. Hay 14 situaciones que pudimos judicializar”, recordó. “Eso nos permitió en 2024 recuperar dinero que no lo ahorramos, sino que lo reinvertimos en el sistema para sumar más instituciones a los convenios que tenemos”, finalizó.