El panorama veraniego en Mar del Plata se vio alterado por una invasión de avispas, que sorprendió a turistas y bañistas en Punta Mogotes, uno de los puntos más frecuentados de la Costa Atlántica. Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, muestran a miles de insectos volando alrededor de las sombrillas y persiguiendo a los turistas en un escenario que parecía sacado de una película de terror.
Este fenómeno, aunque inesperado, tiene una explicación científica. Según los especialistas, las avispas que causaron este revuelo son de la especie Brachygastra lecheguana, comúnmente conocida como "lechiguana". Este insecto, originario de regiones tropicales y subtropicales de América Latina, forma enjambres que migran en busca de un lugar donde asentarse junto a su reina.
Lo que comenzó como una jornada soleada de verano se transformó en una experiencia incómoda para los turistas que, desorientados por la nube de avispas, no sabían cómo reaccionar ante la situación. Sin embargo, los expertos resaltaron que, aunque la escena haya causado temor, las avispas no representan una amenaza grave, ya que suelen ser poco agresivas, a menos que se sientan amenazadas.
Es que las avispas, al igual que otros insectos migratorios, siguen un patrón de desplazamiento según las condiciones climáticas y la disponibilidad de recursos, lo que las lleva a este tipo de encuentros inesperados con los humanos.
Pese al mal trago, las autoridades locales y los especialistas en fauna insistieron en que no se debe generar pánico. Los turistas, aunque sorprendidos por la invasión, fueron advertidos de la presencia de los enjambres y se les sugirió mantener la calma y evitar realizar movimientos bruscos.
Mar del Plata, que vive actualmente una temporada veraniega marcada por altos costos y un clima cambiante, tuvo que lidiar con un evento fuera de lo común que alteró la calma de sus playas. Sin embargo, desde el gobierno de la ciudad balneario aseguraron que este tipo de fenómenos son parte de los ciclos naturales y no deberían generar alarma.