El gobierno pagó la semana pasada más de 4 mil millones de dólares de vencimientos de bonos soberanos en moneda extranjera. Los funcionarios celebraron este evento financiero como una proeza ante el mercado. Se trata prácticamente de una ofrenda para los inversores. La apuesta del equipo económico es sostener los niveles de confianza y conseguir las condiciones para salir a colocar deuda externa en los próximos meses.