A la Comisión de Disciplina y Acusación ahora la llaman “Comisión de disciplinamiento”. Así la bautizó Rodolfo Tailhade, el diputado del Frente para la Victoria que integra el Consejo de la Magistratura, a raíz de la seguidilla de denuncias y apertura de expedientes contra jueces federales porteños. Ayer le tocó finalmente a Ariel Lijo, quien ya había sido denunciado por el Colegio de Abogados de la calle Montevideo y Será Justicia (que responden al Gobierno de Mauricio Macri) por supuestas demoras en el trámite de causas, pero ahora se le sumó una denuncia vinculada con su patrimonio. Se le adjudica la supuesta participación en un haras llamado “La Generación” que está a nombre de su hermano, el operador judicial Alfredo Lijo. El juez Lijo es influyente en todo Comodoro Py ,y el Gobierno cree que quiso favorecer a ex funcionarios kirchneristas, como Julio de Vido. Además, tiene causas que involucran a la familia Macri, como la del intento por eximir al Correo de pagar su millonaria deuda.
Todo empezó con la declaración de la ex cuñada del juez Lijo en un expediente contra el camarista (finalmente destituido) Eduardo Freiler. La mujer, que se llama Carla Lago dijo que dijo que creía que su ex cuñado participación en “La Generación”. Eso motivó que se abriera un expediente de oficio. Ayer se sorteó y mágicamente le tocó a Pablo Tonelli, el diputado de Cambiemos que fogonea destituciones, que fue acusador de Freiler y que también instruye la investigación contra Daniel Rafecas por su decisión de archivar la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner.