La ausencia de las más mínimas pruebas de asesinato en el caso de Alberto Nisman, derivó este viernes en que el fiscal federal Eduardo Taiano presentara un informe repitiendo una larga serie de especulaciones, muchas de las cuales ya fueron desechadas en los diez años transcurridos. 

El propio fiscal escribe: “al día de hoy no sabemos si los autores del homicidio pudieron haber salido del departamento por la vía de acceso ubicada en la cocina que nadie advirtió durante los primeros momentos de la investigación". La frase desnuda -y así ocurre en el resto del documento- que pasada una década no existe hipótesis alguna que explique cómo un grupo entró al edificio sin ser detectado; que pudiera subir al piso 13, que ingresara al departamento de Nisman, que estaba cerrado por dentro, que haya ingresado al baño, sin pelea, sin desorden alguno y que, supuestamente, después de matar al fiscal, saliera del baño sin dejar rastro, ni huellas ni pisadas, en el charco de sangre. 

Todos los estudios serios y las evidencias indican que Nisman se disparó a sí mismo, parado frente al espejo. ¿Cómo tapa Taiano semejante cuadro? Diciendo que hubo irregularidades en la investigación, que intervinieron servicios de inteligencia e imaginando un largo listado de complicidades. El objetivo es mantener la sospecha respecto del gobierno de Cristina Kirchner y diseñando en el aire que la muerte de Nisman fue obra de un comando iraní-venezolano-kirchnerista. Es un objetivo no sólo nacional, sino también de la geopolítica internacional, instalada por las derechas de Estados Unidos e Israel. 

El fiscal sigue apuntando al informático Diego Lagomarsino, quien le prestó el arma a Nisman, pero no puede desanudar un razonamiento elemental: por qué alguien prestaría un arma, registrada a su nombre, para cometer un crimen de repercusión internacional.

Especulaciones, manipulaciones

El fiscal Taiano disfraza, esconde o altera las conclusiones centrales de los estudios más serios que se hicieron en la causa Nisman:

* El Cuerpo Médico Forense, que realiza miles de autopsias, concluyó: “ninguna de las observaciones contenidas en los aspectos médico-legales del informe técnico elaborado por la querella, en forma individual o en conjunto, indican con certeza pericial médico-legal que se haya tratado de un hecho homicida”. El párrafo le responde a quienes sostenían en la causa que Nisman fue asesinado. Les dice que no, que no hay ningún elemento que lo indique. 

* La junta criminalística, conducida por la Policía Federal, estableció que no había ninguna otra persona en el baño al momento del disparo y que “el Dr Nisman habría estado parado junto a la bañera, frente al vanitory, sobre la alfombra, de cara al espejo y con el lateral del torso levemente perfilado hacia la puerta, al momento de producirse el disparo”.

* Desde hace años, y nuevamente lo plantea el fiscal, se dice que no había rastros de fulminante en las manos de Nisman. El instituto forense del Ministerio Público de Salta, que tenía el mejor equipamiento, dictaminó “se hallaron partículas consistentes con residuos de disparo”. Luego señaló que esos residuos podrían corresponder, por ejemplo, a un arma, a un taladro de construcción o a fuegos artificiales. Pero Nisman no tuvo contacto ni con taladros ni con pirotecnia. De manera, que los residuos se encontraron en ambas manos, porque Nisman sostuvo el arma con las dos manos: accionó con la derecha, y sostuvo esa mano con la otra.

* Extrañamente Taiano reproduce la declaración del cerrajero, quien sostuvo que sólo tuvo que empujar la llave desde el lado de afuera porque la puerta no estaba cerrada por dentro. Se omite que Sara Garfunkel, madre de Nisman, declaró que ella abrió la traba de arriba con un manojo de llaves que trajo de su casa. Y lo hizo antes que llegara el cerrajero. O sea, la puerta estaba cerrada por dentro, Garfunkel abrió la cerradura de arriba y el cerrajero la de abajo, porque el manojo de llaves de Nisman colgaba, por el lado de adentro, de esa cerradura.

* Quienes primero entraron al departamento fueron la madre y un custodio. Eso fue a las 22.30. Llamaron dos ambulancias y en ambos casos los médicos no entraron al baño. Desde afuera vieron sangre y sostuvieron que debían intervenir la justicia y las fuerzas de seguridad. El primer funcionario que llegó fue el juez Manuel De Campos, a la medianoche. Y a la 1.20 la fiscal Fein. Nadie había entrado al baño. Fein ordenó que primero filmaran y tomaran fotos desde afuera, usando sticks. Luego entró la médica policial, luego el balístico (había que evitar un disparo) y luego quienes levantan huellas, que no pueden usar guantes para ese trabajo. Puede haber cuestionamientos a la tarea realizada, pero es ridículo pensar que hubo alguna complicidad con un complot.

* En el informe de Taiano se omite, por ejemplo, que antes de pedirle el arma prestada a Lagomarsino -el sábado a la tarde-, el fiscal intentó pedirle también un arma a uno de sus custodios, Rubén Benítez. El integrante de la Policía Federal, quien llevaba trabajando casi diez años con Nisman, subió al departamento del fiscal por primera vez aquel sábado. Y también hubo una llamada de Nisman a un amigo, oficial de la Bonaerense, pero éste le dijo que estaba en Mar del Plata. O sea, hay evidencia de que Nisman buscaba un arma aquel sábado.

* Lo que usa el fiscal es el informe de la Gendarmería Nacional, hecho cuando la fuerza era conducida por Patricia Bullrich, en 2017. El informe es disparatado. Por ejemplo dice que a Nisman lo durmieron con una droga llamada ketamina, pero no pudieron decir ni qué cantidad ni cómo se la suministraron. Y señalaron que, además, le fracturaron la nariz con un golpe, algo que constrasta con que había orden total en el departamento: ningún rastro de pelea o defensa. Los forenses se burlaron de los gendarmes porque confundieron la fractura de la nariz con el efecto que tiene una foto del cuerpo tomada de perfil. Los gendarmes nunca fueron llamados a declarar bajo juramento sobre las conclusiones y menos todavía se convocó a que forenses y gendarmes confronten sus pericias. Es la forma que tiene Comodoro Py de evitar una verdadera investigación. 

Otra vez el aire acondicionado

El fiscal menciona una pequeña puerta que daba a una recova en la que estaban los aires acondicionados de dos departamentos: el de Nisman y el de un directivo de la japonesa NEC, Hiroki Shiba. Dice Taiano que ese reducto se estudió recién el 19 de enero, o sea un día más tarde. El informe sobre esa recova indica que se detectaron unas pisadas viejas, algo que se determinó por el polvo que había en el lugar, pero que nadie había pisado allí recientemente. Además, Shiba declaró que estuvo todo el fin de semana en su departamento, sólo fue a almorzar 2 horas a un restaurante, el domingo al mediodía, cuando ya el fiscal estaba muerto.

La recova sólo comunicaba las dos cocinas, lo que llevó a Taiano a forzar las cosas: sugiere que pudo haber complicidad porque NEC daba servicios de seguridad a diversos organismos estatales. Toda una elucubración que, por supuesto, nunca derivó en ninguna acusación contra el ejecutivo japonés. Se instala el disparate del comando iraní-venezolano-kirchnerista-japonés.

Y dale con Lagomarsino

Por supuesto que Taiano se agarra del único hilo conductor que tiene la historia, el informático Lagomarsino. Y sucede que no tiene respuesta para lo más lógico: ¿por qué Lagomarsino prestaría un arma que está registrado a su nombre para cometer un crimen? En la causa -y en esto Taiano da la derecha- queda claro que el informático no estaba con Nisman en el momento de la muerte: salió del departamento a las 20 del sábado, se lo ve en las cámaras yéndose, la Panamericana lo registró pasando hacia su vivienda y en el complejo donde vivía también quedó registrado en las cámaras entrando. Después que Lagomarsino se fue de Le Parc, Nisman habló por teléfono con un custodio y con dos periodistas. Lagomarsino dejó el edificio a las 20.20 y hay evidencias de que Nisman mantuvo conversaciones hasta pasadas las 21.

Aun así, Taiano pone el acento en que Lagomarsino podría ser de los servicios de inteligencia. En diez años no encontraron ninguna conexión y hay que tener en cuenta que, del total de la década, cinco años gobernaron las fuerzas de derecha: difícil asignarle a esas fuerzas que quisieran tapar las cosas.

Está probado que en la mañana del 18 de enero hubo largos ingresos a distintos sitios de internet desde la computadora de Nisman. Incluyendo, por ejemplo, a Página/12, a otros diarios, al Instagram de una chica con la que había estado, a una nota sobre la vida después de la muerte de la página de Claudio María Domínguez y otras similares. Taiano dice que podrían ser ingresos remotos de Lagomarsino. La realidad es que cuando se usa el programa Teamviewer queda registrado. Y la pericia  informática que se hizo concluyó: “las conexiones a internet registradas en el equipo sometido a estudio se hicieron físicamente en dicho equipo, dado que no se encuentran comprendidas en los períodos de tiempo en los que se establecieron comunicaciones de acceso remoto”. Todo está omitido en el informe de Taiano.

Finalmente, la Gendarmería hizo una prueba balística del arma. En el estudio “se deja constancia que se realizaron siete (7) intentos de disparo, resultando los mismos negativo”. Hubo que preparar una nueva carga para verificar la aptitud de disparo. ¿Por qué un comando sofisticado, que habría entrado y salido del edificio de manera ultra-planificada, usaría un arma vieja, de mal funcionamiento?. El fiscal razona: para simular un suicidio se necesitaba un arma amiga. La lógica indica que no: cualquier arma serviría para simular un suicidio. El tema es que en este caso efectivamente Nisman se disparó a sí mismo.

Es la política

En los diez años transcurridos desde el 18 de enero de 2015, el caso Nisman fue utilizado por el aparato judicial de Comodoro Py para arremeter contra el peronismo y el kirchnerismo. Es obvio que el informe retoma esa orientación. Insiste en que ese fin de semana distintos funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner intercambiaron comunicaciones de manera inusual. Esos funcionarios, de la SIDE, la Policía Bonaerense, el Ejército, ya declararon el motivo de las comunicaciones:

*El diario La Nación publicó esa mañana que Nisman sindicó a un agente de la SIDE, un tal Alan Bogado, como el nexo con Irán en el Memorándum. Los hombres de la SIDE no sabían quién era Bogado y parte de las llamadas tuvieron que ver con eso. Después se probó que Bogado nunca había salido del país y que no tenía el menor contacto con los iraníes.

* Durante la semana anterior, habían robado un misil de un destacamento de La Plata. Fue otro de los temas que se investigaban ese fin de semana.

* El sábado 17 y el domingo 18 jugaban Boca y River en Mar del Plata. Había temores a que se cruzaran las barras y hubiera un muerto. Era año electoral y el candidato peronista era Daniel Scioli, gobernador bonaerense. “Nos van a tirar un muerto”, se preocupaban en el oficialismo

* Nisman había anunciado que iría al Congreso el lunes: también había medidas de seguridad que deberían tomarse.

* Taiano incluye en las sospechas que la SIDE mandó agentes a la esquina de la fiscalía de Fein en los días posteriores a la muerte. Los espías ya declararon y dijeron que no fueron a espiar a Fein sino a verificar si iba a declarar Antonio Jaime Stiuso, a quien la SIDE le abrió varios expedientes y no se lo podía encontrar. Taiano omite esa explicación.

Más allá de todas las justificaciones dadas por los funcionarios, no se esbozó nunca cómo podrían tener relación esas comunicaciones con la muerte del fiscal.

Las evidencias serias, del Cuerpo Médico Forense, la Policía Federal, el Ministerio Público de Salta concluyen que Nisman se autodisparó. Lo demuestra también que buscó un arma, que ingresó a páginas sobre la vida después de la muerte y a que no hay evidencia alguna que indique que alguien haya entrado al departamento. Lo que sucede es que la conclusión del suicidio no sirve al objetivo con el que se mueve Comodoro Py, alineado con el macrismo: seguir utilizando la justicia para perseguir opositores.