Eduardo Toniolli renunció a la vicepresidencia del Partido Justicialista (PJ) denunciando “un escándalo bochornoso” durante el Congreso partidario que dividió al peronismo provincial. Sin primarias que ordenen la categoría de constituyentes, desde el Movimiento Evita entienden que el peronismo debía “expresarse en toda su diversidad” y luego impulsar una agenda estratégica que unifique con otros espacios a la hora de reformar la Constitución. Dinamitado el Congreso, el dirigente propone empezar a sentar las bases de un frente político y social capaz de ponerle un freno a Milei y quienes replican sus políticas. En diálogo con Rosario/12, el diputado nacional adelantó que no será candidato en las elecciones provinciales y buscará seguir en el Congreso. Para el dirigente, la crisis del peronismo está más asociada a un fin de ciclo, que a una derrota electoral: “El peronismo tiene que salir de su zona de confort y la idea de que como lo de Milei es antipopular alcanza con que hagamos lo de siempre”.
- ¿Por qué renunció a la vicepresidencia del PJ?
- Para nosotros el horizonte de lo que se viene es la construcción de un gran frente político y social capaz de ponerle un freno a Milei a nivel nacional, y a quienes son la polea de transmisión de sus políticas en las provincias, como Pullaro. Por historia, potencia y nivel de organizaciones el peronismo está llamado a ser el gran articulador de ese frente opositor. En lo que refiere a lo electoral, el objetivo claro es 2027, pero con una estación intermedia en 2025. Entonces, frente a la trampa pullarista de una elección de constituyentes sin PASO, que es la herramienta para ir logrando esa síntesis, lo que planteábamos era un formato que no obture esa estrategia amplia y que le permita al peronismo expresarse en toda su diversidad para después, en la constituyente, impulsar una agenda estratégica que unifique con otros sectores políticos y sociales. Frente a ese planteo, que debía discutirse racionalmente en un Congreso, se dieron algunas maniobras que terminaron degradando los mecanismos democráticos y partidarios. Por eso tomamos la decisión colectiva de retirarnos del Congreso y yo la definición de renunciar a la vicepresidencia.
- ¿Qué temas aglutinarían al peronismo en una reforma constitucional?
- Una agenda estratégica que promueva la defensa de los derechos de los trabajadores, una ingeniería institucional que incluya el protagonismo popular entre sus ejes rectores, la democratización del Poder Judicial, el fortalecimiento de los gobiernos locales, y el reconocimiento de la función social y ambiental de la propiedad. En síntesis, un piso mínimo de protección para las poblaciones vulnerables y un piso presupuestario para educación y salud. En esa línea, nosotros sostenemos la posibilidad de reelección para el gobernador, pero excluyendo al gobernador en curso. Así lo planteamos desde el Movimiento Evita en el proyecto de reforma presentado en su momento por la diputada provincial Lucila De Ponti.
- ¿Por qué cree que otros espacios no acordaron con esa estrategia?
- Nosotros no discutimos lugares para nuestro sector, sino que plantemos empezar a sentar las bases de una convergencia política y social. El peronismo tiene que salir de su zona de confort y la idea de que como lo de Milei es antipopular alcanza con que hagamos lo de siempre, creyendo que nuestro nicho electoral va a venir corriendo a buscarnos. El peronismo tiene que expresar a los que trabajan, a los que producen y a los que construyen comunidad. Y expresar no es representar, es integrar con protagonismo. Si no lo hacemos, somos un partido más del sistema. Cuando el peronismo olvidó estas verdades extravió el rumbo y se convirtió en un partido de políticos profesionales hablando con políticos profesionales. A veces más liberales, a veces más conservadores, a veces más progres, pero imposibilitados de hacer las transformaciones que exige esta etapa. Es un debate mucho más estratégico el que se tiene que dar el peronismo. No tengo duda que la mayoría de los compañeros lo quieren dar, pero algunas actitudes terminan mostrando poca apertura a establecer un cambio en las prácticas y a los lugares comunes que nos llevaron a la derrota.
- Parte de la conducción del PJ sostiene que fue un Congreso legítimo. ¿Estuvieron las garantías dadas?
- Lo que tenía que decir lo dije en mi carta de renuncia a la vicepresidencia. Ahora hay que enfocarse en los desafíos que vienen.
- ¿Cómo van a competir en las elecciones que se vienen?
- Creemos que hay que construir junto a muchos otros sectores que hoy ven en el peronismo una fuerza articuladora de los intereses populares, frente a un proceso regresivo que está viviendo la Argentina y que la provincia de Santa Fe adoptó con Pullaro. Es ir al encuentro de distintos sectores sociales, del mundo del trabajo, de la producción y de las organizaciones comunitarias. Nuestra estrategia, en términos electorales, va a tener que ver con eso.
- ¿Se mantiene la alianza con Ciudad Futura?
- Se sostiene en los marcos de acuerdo que también venimos construyendo junto a Comunidad, el Frente Patria Grande, Unidad Popular y distintas organizaciones sociales y gremiales. Pretendemos que eso crezca aún más, pero no solo en el marco de un acuerdo sectorial, sino que también tribute en un frente del que el peronismo sea un eje articulador. Siempre lo planteamos como una estrategia de crecimiento del conjunto, no sectorial.
- ¿En ese acuerdo hay lugar para el sector de Omar Perotti?
- No es un sector con el que tengamos un diálogo fluido.
- ¿Y con el de Marcelo Lewandowski?
- Tenemos buen diálogo y venimos haciendo planteos parecidos en lo que respecta a lograr síntesis cada vez más amplias con el objetivo de enfrentar a Milei y a Pullaro.
- ¿Qué lugar va a ocupar en estas elecciones?
- No voy a ser candidato en las elecciones provinciales. Voy a seguir trabajando en el plano legislativo nacional y tengo la intención de, eventualmente, ser candidato en las nacionales, durante la segunda mitad del año.
- El peronismo santafesino pasó de gobernar la provincia después de muchos años a la fragmentación que hoy vemos. ¿Cómo se explica?
- Creo que hay un fin de ciclo en la Argentina y en el peronismo. El peronismo está atravesando una crisis de fin de ciclo que no es solo el resultado de la derrota electoral del 2023, sino un agotamiento a lo que se inició como respuesta al estallido del 2001. Frente a esa crisis se ensayan distintas respuestas. En algunos casos tratando de reavivar ese esquema y en otros reivindicando una suerte de reacción de un autonomismo provincialista, pero ninguno logrando articular una repuesta de carácter nacional, todavía. Para mi gusto, demasiado centrado en la idea de que esto se va a resolver a través de la política y no a través de la movilización de las fuerzas sociales, como creo y como sostiene el sector al que pertenezco. Me parece que no basta con las fórmulas tradicionales. Hay que restablecer un vínculo profundo con amplios sectores sociales y eso se recupera desde un cambio de prácticas que quizás en algún momento fueron funcionales a la construcción de un proyecto nacional y hoy son limitantes.
- ¿La figura mejor plantada para encarar esta etapa que se abre es Axel Kicillof?
- No soy de los que creen que la crisis que atraviesa el peronismo se resuelve mágicamente con un solo nombre. Sí creo que es el gobernador de la provincia más grande de la Argentina, es peronista y es un dirigente con enorme proyección. El sentido común indica que, en un momento en el que además está siendo atacado por el gobierno nacional, hay que ponerse espalda con espalda, no cascotearle el rancho.
- Pullaro habló de coincidencias estrategias entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza. ¿Qué opinión le merece?
- Es un caradura. Durante un año él y su frente se dedicaron a ser felpudo de Milei. En declaraciones, en el Congreso de la Nación, en la gestualidad. Hablan de una fuerza política del peronismo que mostró vocación por frenar este régimen, que es el que genera todos los perjuicios a las economías regionales que ahora Pullaro pretende denunciar. No se puede llorar por la afectación al interior productivo si durante un año le votaste todo a Milei y fuiste funcional a su política.
- ¿Qué desafíos representó ser diputado durante el primer año de Milei?
- Desde el primer día dijimos que es un gobierno que tiene dos objetivos centrales: extranjerizar nuestros recursos estratégicos y reprimarizar la economía. Todas las medidas que está tomando tienen ese objetivo. Algunos creen que esto está motivado por una perspectiva ideológica, pero yo creo que está directamente ligado a intereses internacionales que, no por casualidad, se entusiasman con su figura. Quien crea que con Milei hay algo potable para la Argentina en el mercado interno, la producción o el trabajo, está totalmente equivocado. Solo falta que, más temprano que tarde, nos demos cuenta de que nos tenemos que sacar de encima este régimen que nos quiere imponer.