Como el dios Jano, el PRO mostró esta semana sus dos caras. Por un lado, Mauricio Macri respondió a la invitación del presidente a hacer una alianza con un "Querido Javier" y mostrando disposición a dialogar (aunque debajo haya una tormenta de resentimientos). Por el otro, Jorge Macri encabezó un acto donde polarizó todo lo que pudo con los Milei, marcó diferencias y hasta anunció que Mauricio sermarcan tensiones internas entre los sectores del PRO que quieren un acuerdo con La Libertad Avanza y los que plantean que sería mejor conservar la autonomía