El Gobierno argentino revocó las acreditaciones otorgadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC) a 63 representantes de la sociedad civil de todo el mundo para participar de la 11º Conferencia Ministerial del organismo que tendrá lugar entre el 10 y 13 de diciembre en Buenos Aires. A través de un correo electrónico, la OMC le comunicó a veinte organizaciones no gubernamentales de países que “por razones no especificadas la seguridad de la Argentina decidió denegar su acreditación, por eso desaconsejamos que viajen para evitar ser regresados al ingresar en el país”. Los expertos, activistas y sindicalistas vetados calificaron la decisión como “un hecho sin precedentes”. Desde la ONG británica Global Justice Now consideraron que “el presidente Mauricio Macri mostró claramente que su Gobierno no respeta la democracia ni el pluralismo” (ver aparte).
La decisión estuvo a cargo del Ministerio de Seguridad y la Agencia Federal de Inteligencia. “En los casos que no se aceptó es porque tenían vocación más disruptiva que constructiva”, indicaron funcionarios vinculados a la organización del evento. Entre quienes fueron rechazados figuran miembros de organizaciones de Finlandia, Holanda, Inglaterra, Chile, Brasil, Uruguay, Indonesia y Suiza. Hay también organizaciones argentinas. Los cuestionamientos llegaron hasta el conservador medio británico Financial Times, que se hizo eco de la llamativa prohibición.
“Una acción sin precedentes”, consideró ayer la red de organizaciones Nuestro Mundo No Está en Venta (Owinfs, por sus siglas en inglés) al remarcar que muchas de las ONG rechazadas participaron de distintas Conferencias Ministeriales de la OMC a lo largo de la última década. Desde la entidad que nuclea a las organizaciones impedidas de participar reclamaron que “el Gobierno argentino revierta el veto” y solicitaron que los miembros del organismo multilateral dirigido por el brasileño Roberto Azevedo cancelen el evento bianual en Argentina “a menos que la participación de los grupos de la sociedad civil sea reinstalada”.
La OMC, por su parte, se distanció de la decisión del gobierno argentino. A través de una carta aseguró a las ONG vetadas que durante semanas intentó, sin éxito, convencer a las autoridades de revertir la decisión. Los delegados de las distintas organizaciones rechazadas fueron notificadas el miércoles por la Secretaría de la organización. “Fuimos informados por el gobierno anfitrión que, por razones no especificadas, la seguridad de la Argentina decidió rechazar su acreditación”, dice la carta firmada por el jefe de Relaciones Exteriores del organismo multilateral. La misiva donde recomienda no viajar al país remarca que hicieron “repetidas consultas sobre este hecho inesperado” pero advierten que “no tenemos esperanzas de que se encuentre una solución”.
En la nota de protesta enviada al director de la OMC, las organizaciones remarcan que el “acuerdo estándar” entre las organizaciones internacionales y el país anfitrión de este tipo de conferencias incluye la acreditación, los visados y la entrada de todos aquellos que hayan sido autorizados por la organización. “Sólo bajo una consideración excepcional de seguridad, puede rechazar el ingreso”, remarcaron y señalaron que los más de 250 miembros de la red Owinfs que han participado en distintos foros internacionales y jamás habían recibido una masiva negativa de ingreso de este tipo. “En las previas reuniones ministeriales de la OMC en Singapur, los EE.UU., Qatar, México, Hong Kong, Suiza, Indonesia y Kenia nunca sucedió algo parecido”, añadieron las organizaciones.
Entre las organizaciones rechazadas figuran 11.11.11 (Bélgica), Siemenpuu (Finlandia), Derechos Digitales (Chile), UNI Global Union (Suiza), Transnational Institute (Holanda) y People over profit (Filipinas). El listado incluyó a tres argentinas: Instituto del Mundo del Trabajo, Fundación Grupo Efecto Positivo y la Sociedad de Economía Crítica. “No pasó desapercibido que sobre el total de 20 organizaciones que fueron prohibidas solo dos provienen de corporaciones por lo que un número abrumador de representantes del mundo corporativo tendrán permitido ingresar”, sostiene el texto. Los representantes de la sociedad civil que pretenden participar del evento advirtieron que es “irónico” que el hecho ocurra en simultáneo con la transferencia de la presidencia del G-20 de Alemania a la Argentina. “La exclusión de los delegados registrados ante la OMC es un precedente grave y preocupante, no sólo para la propia OMC y para el G20 bajo la presidencia argentina, sino para otras reuniones internacionales de este tipo”.
La noticia tomó rápidamente repercusión mundial y el propio Financial Times mostró su sorpresa ante lo que llamó “la prohibición” de la Argentina a las ONGs por la cumbre, en una medida que adjudica al “temor a las protestas” contra esa reunión. El medio estadounidense incluso recoge una declaración de Keith Rockwell, vocero de la OMC, quien explicó que la organización intentó contactarse con el gobierno argentino “a todos los niveles” para revertir esa decisión, pero “simplemente dijeron que no”.