El vocero de la Armada, Enrique Balbi, anunció que leería una gacetilla de prensa, que había sido consensuada entre el Ministerio de Defensa y la Armada. Informó estonces que a “las 16.20 se declaró finalizado el caso SAR (de Búsqueda y Rescate, Search and Rescue, en inglés) del Submarino ARA San Juan, cambiando a la fase de búsqueda del mismo”. Fue la primera vez que el contacto con la prensa empezó con la lectura de un texto y no con las explicaciones del vocero.
A 14 días de la desaparición de la nave en el Mar Argentino, el vocero señaló que el operativo “se ha extendido a más del doble de los días de rescate de la tripulación”, pero evitó ser “categórico” en la posibilidad de encontrar sin vida a los 44 tripulantes.
El segundo párrafo de la gacetilla que leyó el vocero dice textualmente: “El plan SAR tiene como misión ejecutar la búsqueda y salvamento de personas en peligro en el área marítima, fluvial y lacustre bajo jurisdicción SAR Argentina, con el fin de preservar la vida humana en el mar, que por ley nacional 22.445 le compete a la Armada Argentina”. La búsqueda “ha contado con personal altamente capacitado y las tecnologías más avanzadas del mundo, no encontrando evidencia alguna del naufragio en las aéreas exploradas”, aseguró.
Dijo que la búsqueda se hizo mediante unidades aéreas y navales desde hace 15 días, barriendo un total de 557.000 millas náuticas cuadradas de exploración visual, y 1.049.479 millas náuticas cuadradas de exploración radar, sin obtener contacto con el Submarino ARA San Juan ni con sus balsas salvavidas. “Se ha dispuesto en el esfuerzo de la búsqueda 28 buques (16 de la Armada Argentina), 9 aeronaves (3 de la Armada Argentina), 4000 hombres involucrados (3200 de la Armada Argentina), sumando un total de 18 países de apoyo; y a pesar de la magnitud de los esfuerzos realizados, no ha sido posible localizar el submarino”, detalló.
Explicó entonces que, en lo concreto, el cambio de fase implica un recambio obligado de la tecnología a utilizar y por lo tanto de los hombres asignados. Por eso, explicó, algunos de los buques que patrullaban la zona de búsqueda habían iniciado la vuelta a puerto. El Sophie Siem (foto), que trasladaba el minisubmarino de rescate de la Marina norteamericana, vuelve a Comodoro Rivadavia para resolver el tema del agua potable (descubrieron que se había contaminado el agua de a bordo y hay que solucionar el problema y volver a cargar los 8000 litros de agua potable). Este minisubmarino ya no se usará. El Atlantis, un barco norteamericano que también estaba en la zona de búsqueda, se dirigía anoche a puerto para que lo acondicionaran para el traslado de otro robot norteamericano (que llega en estos días al país) con capacidad para sumergirse y rastrillar el lecho marino a una profundidad de 6000 metros.
Balbi indicó que se continuará “rastrillando la zona de mayor ocurrencia” de la desaparición del submarino, que contempla una área equivalente a veinte veces la de la Ciudad de Buenos Aires, a una profundidad de entre 200 y 1000 metros. Y reiteró: “Vamos a seguir en la búsqueda y en la localización hasta encontrar el ARA San Juan”, con los minisubmarinos no tripulados (uno ruso y otro norteamericano).
Durante el turno de preguntas de la conferencia de prensa, Balbi aseguró que “no hay ningún tipo de información clasificada ni secreta” en torno de la desaparición del ARA San Juan, volvió a destacar la información sobre la “anomalía hidroacústica en proximidad de la última posición conocida” e indicó que se trata “probablemente de una explosión”.
Dos veces destacó que “toda la información de que disponíamos se la fuimos contando a ustedes”, a veces en términos técnicos y a veces con mayor informalidad, pero siempre se difundió todo lo que se sabía.
Y esquivó todos los intentos por hacerlo ser concreto respecto de la tripulación. Se negó a “hacer conjeturas hasta que no hayamos localizado al submarino”, pero resaltó que “la etapa SAR se extendió más del doble del tiempo” que determina la posibilidad de rescatar a sus tripulantes.