"Es un horror". El decano de la facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Guillermo Durán, resume en tres palabras el escenario que plantea el ajuste que ha puesto en marcha el gobierno argentino al sistema científico, que en la última semana sumó un capítulo más, luego de una resolución que elimina el financiamiento de programas clave de investigación. El modelo de desarrollo y financiamiento que el país ha sabido reconstruir en las últimas dos décadas agoniza bajo el filo de la motosierra y los investigadores alertan por las consecuencias que podría tener la parálisis y suspensión de líneas de investigación. 

Marcelo Magnasco, presidente de la Federación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Científicos, afirmó que las investigaciones no se pueden frenar y retomar de un momento a otro, y explicó que el recorte abrupto planteado por el Gobierno produce un impacto negativo que lleva mucho tiempo recuperar.

“Es todo una desgracia. No sé cómo calificarlo. Una catástrofe. Esto es como en las películas: dicen que ataquen de noche porque están todos dormidos; atacan en enero”, afirmó sobre el ajuste implementado por la gestión Milei, abiertamente anticientífica.

En declaraciones a la 750, sostuvo que “el 80 por ciento de las investigaciones están relacionadas con el sistema universitario. Ahí está el corazón de la investigación argentina. Y el presupuesto real ha caído más del 30 por ciento”.

Por eso, advirtió: “Cuando uno no avanza en la investigación, no es que se queda quieto. Esto es un deterioro donde te vas atrasando, te vas cayendo en el tiempo. Algunos investigadores, los más afortunados, por ahí tienen trabajo en el exterior. Y otros no tienen esa situación y empiezan a trabajar de otras cosas”.

Y esas investigaciones se van evaporando en el aire. Más en un mundo de la posverdad. Como si lo real se hubiera evaporado en estos momentos donde parece que cualquiera puede decir cualquier cosa. Porque uno se puede equivocar. Pero a veces, cuando se habla de ignorancia o a sabiendas de que es mentira, por supuesto que se va a pedir menos dinero para construcción de la verdad”, dijo.

En este sentido, concluyó: “La comunidad internacional lo ve horrorizada. Tanto de derecha como de izquierda. En el 2024 ya habíamos organizado junto a otras organizaciones una actividad en defensa de la ciencia argentina y tuvimos el apoyo de más de 62 premios Nobel. Y fue algo que pasó más allá”. 

Una consulta popular para definir el presupuesto en ciencia y tecnología

Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Guillermo Durán, le dijo a la 750 que trabajan en el diseño de una consulta popular vinculante para que la ciudadanía vote para definir si acepta o rechaza el recorte masivo al sistema científico. Para el docente, "es un verdadero horror" el ajuste. 

Durán dijo que es una "decisión clara de desfinanciar que implica un desastre para Argentina" y recordó que "es imposible poder sostener un país desarrollado, serio, pujante, que vaya al crecimiento, sin universidades públicas de calidad y un sistema de ciencia y tecnología financiado", al tiempo que recordó que en 2024 se debía alcanzar la meta del 0,39 % del Presupuesto destinado al desarrollo de ciencia y tecnología, pero la inversión real cayó al 0,2 % producto del plan motosierra.

"Estamos en la mitad de lo que dice la ley que está vigente, pero que no cumplen. Israel, que es uno de los países que admira este Gobierno, invierte 4 puntos de su PBI, nosotros no llegamos ni a un décimo", comparó Durán, quien dijo además que "da mucha bronca" porque los recursos humanos que tiene el país "no se encuentra en otros países" y la consecuencia del ajuste es que los jóvenes investigadores y docentes se vayan del país y que migren de las universidades públicas a las privadas, que podría derivar en el cuarto ciclo de fuga de cerebros que sufre el país en los últimos 60 años.

"En estas condiciones es muy difícil, el nivel que nuestros estudiantes tienen sigue siendo buenísimo, pero ¿cuánto más lo vamos a poder sostener si no tenemos docentes que los formen?", indicó Durán.