En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, la coordinadora del Programa Neurociencia del Bienestar en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital de Clínicas, Sandra Germani, hizo un llamado a la reflexión y aseguró que se debe “romper el estigma” a la hora de hablar de este tipo de trastornos.
La especialista lo hizo en el marco de una problemática cada vez más extendida. Según la OMS, esta condición afecta a 280 millones de personas en el mundo, abarcando al 5% de los adultos y el 5,7% de los adultos mayores de 60 años.
Por la 750, Germani afirmó: “Antes de la pandemia, ya la depresión y los trastornos de las emociones en el mundo eran prevalentes. Eran muy frecuentes. Uno en el consultorio veía este tipo de trastorno del ánimo. Pospandemia, esto se agravó en todo el mundo”.
Tras esta aclaración, señaló algunos de los motivos subyacentes: “Y mucho tiene que ver con algunas cuestiones del estilo de vida, de la sobrecarga, de quitarle tiempo a hacerle cosas que nos gustan. Para explicarlo fácil, uno para sostener algo tiene que estar de pie. Si vivo haciendo cosas, pero no me genero esa reserva, quiebro”.
Esto genera una “crisis del ánimo, irritabilidad, bronca, frustración, falta de ganas”. “Ahí se empieza a hacer cadena con un montón de cosas, como trastornos físicos y cognitivos”, advirtió la especialista.
Por eso, dijo, es importante poner la lupa en todos los aspectos que hacen a la salud metal: “Cuando vos ves que las cosas de lo cotidiano como levantarte, reparte y salir –emprender las tareas de la vida cotidiana– empieza a parecer pesado; cuando hay cierto repliegue social; cuando hay pérdida de atención; ahí es momento de empezar a hacer algo”.
Tras lo que, rápidamente, hizo hincapié: “Tenemos que decir que la depresión es un trastorno que se trata. Tiene tratamiento farmacológico y no farmacológico. Hay mucho estima respecto a la salud mental. Esto nos puede pasar a todos, porque todos tenemos salud mental y tenemos que cuidarla”.
“Hay que romper con el estigma de la salud metal. Para prevenir, siempre hay que garantizarse esta reserva interna: dormir bien, tener espacios para mí, moverme, alimentarme bien y activar lo social”, concluyó, finalmente.