“Todo el mundo dice que estamos de paro, pero estamos reteniendo la fuerza de trabajo porque ellos no están reteniendo el salario”, aclaró ayer a Rosario/12 Martín Morales, secretario gremial del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) de San Lorenzo, en relación al conflicto que enfrenta a la entidad gremial con la agroexportadora Vicenti, y que detuvo la actividad en Ricardone, el puerto que la empresa posee en San Lorenzo y en la planta de Renopack, una envasadora de aceite del mismo grupo que no está alcanzada por el concurso preventivo de acreedores.

Las partes se reunieron ayer por la tarde en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo de la provincia. La empresa buscaba que se dictara la conciliación obligatoria, pero la cartera laboral se declaró incompetente en el conflicto, atento a que se trata de “una cuestión paritaria” y, por tanto, la competencia es de la Secretaría de Trabajo de Nación.

Desde el sábado pasado la actividad está paralizada. El viernes 10 venció el plazo para que la empresa abone una gratificación anual a sus empleados -cercana al salario de un mes-, que está incluida en el contrato laboral que Vicentin firma con las y los trabajadores.

“Si bien esto es una gratificación, Vicentin es la única empresa que dentro del contrato laboral tiene firmada la gratificación anual, el salario se compone de distintas formas”, explicó Morales, para abundar: “Que esté firmado en el contrato de trabajo es como que te retengan el aguinaldo, es parte del salario”.

De un modo menos técnico, continuó: “Lo que falta, ¿qué pretenden, que los compañeros trabajen gratis?”. Los “compañeros” aceiteros no están dispuesto a eso, por lo que desde hace tres días decidieron, con la conducción gremial, retener la fuerza de trabajo.

El delegado de Soea San Lorenzo en Vicentin, Guillermo Ibarrola, dijo desde la puerta de la planta: “Estamos a la espera de una repuesta favorable por parte de la empresa, la intención nuestra es trabajar, como nos pide la empresa, pero estamos esperando que se nos depositen lo que corresponde”.Lo que corresponde, sostuvo el delegado de base, es “la gratificación anual por lo que ya hemos trabajado, porque corresponde a 2024 y trabajamos toda la semilla que entró, todo lo que se pudo producir”.

“Estamos a la espera que la empresa cumpla con lo que le corresponde, con lo que está firmado: hay una gratificación por cobrar que tenían que pagar el 10 de enero”, detalló Ibarrola.

El grupo Vicentin ya había adelantado, de alguna manera, que esto podía suceder. Fue al presentar, a fines de noviembre pasado, un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo de Nación en el que expuso que no iba a poder hacer frente a pequeños “beneficios” para sus empleados, como pagarles el almuerzo y darles aceite sin costo, porque estaba agotando “sus reservas”.

“La empresa entró al proceso con una caja importante, de más de 50 millones de dólares, que se fue consumiendo en un proceso de baja de la actividad, de poco grano (para procesar), con capacidad instalada ociosa, con precios bajos y costos altos”, sostuvo la agroexportadora en el texto que presentó en Trabajo.

Su intención quedó clara en la misma presentación: presionar sobre la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe para que resuelva el concurso preventivo de acreedores, iniciado en marzo de 2020 luego de una parte del grupo, las empresas incluidas en Vicentin Saic, ingresara en cesación de pagos en diciembre de 2019, cuando Mauricio Macri dejó la Presidencia de la Nación y el generoso directorio del Banco Nación durante el gobierno de Cambiemos cortó el chorro de créditos hacia la cerealera nacida en la ciudad de Avellaneda.

Sin acudir a metáforas ni laberintos lingüísticos, Vicentin sostuvo en aquella presentación del PPC que durante el concurso de acreedores “hubo demoras en el proceso” porque “hace un poco más de 28 meses que está aprobado el concurso, lapso en el cual se podría haber abonado y consecuentemente, traspasado la empresa a los socios estratégicos, pero todo eso fue demorado por los procesos judiciales alentados por Commodities y otros, que validó la Corte” santafesina.

Commodities es una empresa del Grupo Grassi que se constituyó en una de las principales acreedoras de Vicentin en cuanto a firmas que le proveían granos. Y tiene la intención que quedarse con la compañía por medio del cromdown o salvataje, cuya posibilidad de declaración está en manos del máximo tribunal de Santa Fe.

Además de la planta de Vicentin en Ricardone y el puerto de San Lorenzo, la agroexportadora tampoco canceló la gratificación anual a los empleados de Renopack, la envasadora de aceite del grupo, que no está afectada por el concurso de acreedores de Vicentin Saic. “El dueño es Pedro Vicentin, no está en el concurso pero se tomaron el atrevimiento de no pagar ahí también”, dijo a este diario una fuente gremial.

En la tarde de ayer, las partes se encontraron en la sede local del Ministerio de Trabajo santafesino. Vicentin solicitó la conciliación obligatoria, pero no la obtuvo. Tras una larga audiencia, con cuarto intermedio incluido, la cartera laboral provincial resolvió que no tiene competencia para mediar en el conflicto, que atañe a un tema paritario. Por ese motivo, la jurisdicción es nacional. No es algo que los apoderados de la agropexportadora no supieran previamente.

Allí, Vicentin planteó pagar la cuota vencida el 10 de enero en dos cuotas, la primera el 21 de enero y la segunda el 5 de febrero. Sobre el segundo tramo de la gratificación anual, que vence el 10 del mes que viene, no ofreció nada. El Soea San Lorenzo rechazó el planteo y los trabajadores resolvieron mantener la medida, consiste en la retención de la fuerza laboral, mientras persiste la retención de un componente salarial.