El Festival Nacional de la Papa de Villa Dolores, en Córdoba, terminó este año con un giro inesperado, cuando una embajadora de la edición anterior se dirigió al público y en vez de brindar el típico discurso de despedida para darle paso a las nuevas embajadoras decidió sacar los trapitos al sol y acusó a las autoridades de la municipalidad de no darle al evento "la importancia que se merece".
“Estoy desilusionada, con una mezcla de sabor amargo. Me arrepiento de haberme involucrado en este mundo irreal. Desde mi vivencia puedo afirmar que la municipalidad no le da al festival la importancia que se merece”, comenzó Amira Oggas (18 años) -designada en la edición 2024 como "segunda embajadora"-, en una escena de película.
El conductor del evento, Diego Vrkljan, quien además es secretario de Gabinete de la municipalidad de Villa Dolores, la interrumpió desconcertado por sus palabras y en acto de censura le sacó el micrófono y le dijo: "Creo que dada la responsabilidad que tenés y que tuviste representando a la ciudad, ese reclamo no es momento de hacerlo ahora”.
Intentando zafar del momento, Vrkljan le pasó el micrófono a Milagros Bucco Soto, primera embajadora, quien en solidaridad con su compañera le devolvió el micrófono para que pudiera continuar con su descargo.
Emocionada por el gesto de Bucco Soto, Oggas continuó con su discurso, en el que habló de "falta de respeto y empatía" por parte de los organizadores y recordó, entre otras irregularidades, que tuvo que participar de eventos en los que no se le proporcionó “ni comida ni bebida”, señalando al director de turismo, al contador de municipalidad y al intendente como responsables de la situación.
“Muchas promesas se quedaron en el aire, nuestro rol quedó reducido en una imagen sin relevancia real, prometieron cosas que nunca cumplieron y me robaron la ilusión, porque para mí este puesto sí significó algo importante”, concluyó la joven.
Este lunes, en diálogo con Radio Mitre de Córdoba, Oggas explicó los motivos que la llevaron a querer expresar su descontento en público. “Siempre esperamos algo que no pasó. Nosotros intentamos varias veces convocar reuniones con el director de Turismo y con el Intendente. Nuestra intención no es menospreciar el festival, que lo amamos y es algo muy lindo. La ciudad de Villa Dolores se alimenta del turismo y esto atrae al turismo, vinieron artistas como Abel Pintos y Luciano Pereyra, pero nosotras al ser las representantes sentimos que nos robaron los momentos que habíamos pensado pasar”, aseguró.
“Mi intención no era ofender a nadie... el que se ofendió, creo que fue por algo, ¿no?”, retrucó en la entrevista. “Tal vez no era el lugar correspondiente, pero estuvimos esperando hasta el último momento que reaccionaran o las cosas cambiarán y no fue así”, indicó.
Según contó en la entrevista radial, su función como embajadora era viajar a festivales de otras ciudades y pueblos llevando la cultura de Dolores y así fomentar que luego la gente se acerque al clásico encuentro. “Pero nunca salí de la ciudad de Villa Dolores. Tuve la posibilidad de ir a la Feria Internacional de Turismo en Buenos Aires, pero rendía exámenes y no pude asistir, y luego no quisieron autorizar otro viaje para mí”, lamentó.