El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó este lunes una ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las escuelas públicas y privadas, tanto durante las clases como en los recreos.
Lula celebró que Brasil se une así a otros países, entre los que citó a España y Francia, que "ya han hecho lo mismo" y consideró que la medida es "absolutamente necesaria", porque "el ser humano nació para vivir en comunidad" y precisa "abrazos, miradas y atención".
Subrayó que él mismo, desde que asumió el Gobierno, impide que sus ministros y otros funcionarios participen en reuniones oficiales con sus teléfonos, porque al igual que sucede en las escuelas, "distraen" a quienes los utilizan.
La restricción comenzará a regir a partir de febrero con el objetivo de proporcionar un marco legal para garantizar que los estudiantes solo utilicen dichos dispositivos en casos de emergencia y peligro, con fines educativos, o si tienen discapacidades y los necesitan.
La prohibición será aplicada en toda la educación básica, lo cual incluye los niveles preescolar, primario y secundario. El proyecto de ley tuvo apoyo en todo el arco político y muchos padres y estudiantes también aprobaron la medida.
Una ley similar fue aprobada en noviembre pasado en el estado de São Paulo, el más poblado del país y que ha sido pionero en ese tipo de medidas en Brasil. Desde 2023, varios estados estados brasileños como Río de Janeiro, Maranhão y Goiás ya habían aprobado proyectos de ley locales para prohibir los celulares en las escuelas, pero las autoridades tuvieron dificultades para hacer cumplir estas leyes.
Según la Unesco, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, uno de cada cuatro países ya restringieron el uso de smartphones en las escuelas.