El 1939 John Fante escribió su novela liminar Pregúntale al polvo, este autor que creó a su antihéroe Bandini reivindicado de los vituperios por Charles Bukowski nos legó páginas imperecederas.
En el sórdido presente del que somos contemporáneos, cuando la banalización del mal -como la denominó Hanna Arendt refiriéndose al holocausto nazi y nosotros transpolamos al genocidio perpetrado en la Región Argentina desde los años 70 y en las últimas décadas hasta llegar producir más de un 50 % de población empobrecida-, es preciso hacer un racconto que enumere algunos hitos que nos brindan claves para procurar comprender cómo llegamos hasta aquí.
Puede parecer redundante evocar ciertos acontecimientos, remitir a torvas e infames personajes pero aún acechan sus émulos deambulando por la sociedad con amenazas exhibiendo su obscena impunidad.
No vamos a negar que una duda nos asalte ¿Cuándo comenzó el horror?
Como señala Federico Ferrogiaro ¿“El miedo vino después”? (el signo de interrogación no es original de la excelente novela), lo ponemos nosotros.
¿Por dónde comenzar?
Considerando la década del 70 ¿Por los fusilamientos de Trelew el 22 de agosto de 1972? ¿Por el secuestro y desaparición forzada del militante Angel Brandazza en Rosario el 28 de noviembre de 1972? ¿Por la represión en Ezeiza el 20 de junio de 1973, día del retorno definitivo de Perón a la Argentina? ¿Con el asesinato de Silvio Frondizi y Rodolfo Ortega Peña por parte de triple A? ¿Por la quema de la Biblioteca Anarquista Emilio Zola en 1974 en la ciudad de Santa Fe? ¿Por el atentado al Senador Nacional Hipólito Solari Yrigoyen? ¿Por la represión del movimiento social de Villa Constitución de resistencia sindical antiburocrática y popular incluida la voladura del local de la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A), Anarquista)? ¿Por el asesinato del hijo del Rector Lagus nieto del Rodolfo Puiggrós? Podríamos agregar muchísimo más: los asesinatos de Francisco Urondo el secuestro desaparición forzada y asesinato de Haroldo Conti y de Rodolfo Walsh.
Todo lo ante dicho preámbulo de la implantación de un proceso que no terminó con la dictadura (1976/1983), la continuidad en los noventa en el menemato y sus derivas.
El presente es como un “eterno retorno”.
Solo la resistencia férrrea con la obstinada lucha popular podrá romper este círculo vicioso de perversión capitalista predadora y liberticida.
Carlos A. Solero