Cuarteto de Nos. Dillom. Rubén Rada. Chango Spasiuk. Agarrate Catalina. Hugo Fattoruso y Geraldo Acevedo. Kevin Johansen y Paulinho Moska. La Delio Valdez. Trostsky Vengarán. Fabiana Cantilo. Nahuel Pennisi. Hilda Herrero. Caballeros de la Quema. El Kuelgue. El Plan de la Mariposa. Nafta. Ratones Paranoicos. Zorrito Von Quintiero. Silvestre y La Naranja. Así de amplia y destacada es la grilla del festival Medio y Medio, en Punta Ballena, Uruguay, aunque hay muchos más artistas en una programación que ya comenzó y se extiende durante nueve semanas, con un cruce generacional y estilístico desafiante. El espacio que desde hace ya 29 ediciones tiende lazos con programadores y artistas argentinos y uruguayos se anima al jazz, la cumbia, el folklore, la canción, el rock y el rap, y también a propuestas teatrales que tienen una marca musical, las de Diego Capusotto y Fabio Posca, también programados este año. De cara a las tres décadas, se lanza también al formato de "cápsulas" que lleva el concepto del festival y de Medio y Medio como espacio, incluida su cocina de autor y la selección de escenarios cercanos a la playa y otros ambientes naturales.
"Yo no podría cantar como si Mercedes Sosa no hubiera cantado". Esa es la frase de Liliana Herrero que los programadores, con Leandro Quiroga a la cabeza, tomaron para pensar la curaduría del festival, con su cruce generacional. "No por querer volvernos un festival 'joven' sino por querer mostrar lo que está pasando con artistas de la nueva generación, que están muy apoyados en la historia de la música de la región. Se nota fuerte en Ca7riel y Paco (Amoroso), Bandalos Chinos, Usted Señalemelo, Dillom, que este año está programado. Gente que tiene muy escuchados a los artistas que los precedieron, incluso de géneros estilos muy distintos al suyo", marca Quiroga. Entre diferentes generaciones, estilos, tímbricas y popularidades, reconociendo a artistas preferidos y a artistas nuevos, el festival arrancó con shows agotados.
"Los artistas se adaptan mucho para venir a este lugar, tienen ganas de venir y eso es lo que más orgullo nos da, además de que nos permite programar con gran libertad artística", destaca. Se enorgullece de llevar adelante "el festival privado más antiguo de Uruguay", con la mira ya puesta en el festejo de las tres décadas. Y con la novedad del formato de "cápsulas", que compacta el contenido y presenta el festival en otros lugares de mundo. Ya funcionó con el Festival Medio y Medio Cápsula de Río de Janeiro, adonde llegó el año pasado en el mítico Circo Voador, y adonde repetirá este año en septiembre. "Buscamos generar ganchos internacionales y mostrar que más allá de que somos un festival boutique, la dimensión es ambiciosa", celebra el gestor cultural. "Un festival que abraza" sigue siendo el slogan rector.
"Hace más de veinte años que conozco a la familia Quiroga en Punta Ballena y he ido con un montón de proyectos diferentes, en formatos de trío, de cuarteto, con el pianista de jazz Darío Eskenazi. He ido también como público. Es un espacio hermoso, la programación es increíble, la comida también, el ambiente es tan bello que uno tiene siempre ganas de quedarse... ¡Nuestro admirado Hugo Fattoruso dice que los músicos deberíamos pagar por ir a tocar a Medio y Medio, en vez de cobrar!", se ríe Chango Spasiuk. Su participación este año (el próximo jueves 20 de enero) será en formato de cuarteto, junto a Pablo Farjat en violín, Marcos Villalba en percusión, Diego Arolfo en guitarra y voz. "Siempre es lindo volver a Uruguay y siempre es lindo volver a visitar este espacio", concluye el misionero.
"Esta será mi sexta vez en Medio y Medio en uruguay, he ido solo con mis guitarras, con mi querido Chico cesar, con Mart'nália, con Maria Gadú, y ahora con Kevin Johansen, este hermano, vamos a compartir dos conciertos", dice Paulinho Moska sobre sus shows del 1° y el 2 de febrero. También tiene elogios para los anfitriones: "El lugar es increíble, con una playa hermosísima, la comida es estupenda, ¡y me encantan los chipirones! La gente de técnica, de producción, iluminación, los mozos, todos son personas muy cálidas y ya son amigos. Ni hablar de esta familia de Leandro (Quiroga) que nos acoge en su casa, en su posada, con mucha amistad y cariño. Es impresionante que lleve 29 años este festival, haciéndose de este modo, y es un honor siempre volver y encontrar a la gente de Uruguay. ¡Ahora que me torné 'visitante ilustre de Montevideo', estoy más uruguayo que nunca!".
Zorrito Von Quintiero es a esta altura una suerte de coanfitrión del lugar. "Cada show que hice ahí tuvo su rock, su gracia, su reacción de la gente. Ahí tuve la sorpresa de mi vida, tener a Charly García y tocar con él en mi cumpleaños: ese es un recuerdo que guardo para siempre. También tocamos ahí con Bernard Fowler, el corista de los Rolling Stones, hicimos una banda especial para ese show ahí. Y todos los amigos que pasaron, esa onda de juntarnos permanece y es lo que más se disfruta".