Más de un millón de pesos para no ser pobre y casi 450 mil para no ser indigente. Es lo que necesitó una familia tipo de ingresos en diciembnre para superar esas "líneas". La canasta básica total (CBT) y la canasta básica alimentaria (CBA) subieron 2,3 por ciento, según informó Indec. Esta suba fue levemente inferior a la inflación minorista de 2,7 por ciento, discrepancia más notoria en la comparación del dato anual: la CBT subió 106,6 por ciento mientras la CBA trepó 86,7 por ciento y la inflación minorista fue 118 por ciento. La diferencia es explicada por el item de Alimentos y bebidas que se aceleró en diciembre, pero en el año quedó por debajo del promedio general.
La inflación en Alimentos y bebidas desaceleró mes a mes (con excepción del dato de agosto) luego del salto brutal de diciembre de 2023, tras la devaluación cambiaria. Pero esa tendencia se frenó en diciembre pasado como consecuencia de la estacionalidad que reviste esta categoría en el mes de las fiestas de Navidad y Fin de año: sobresalieron los aumentos en carnes y derivados (el asado llegó a trepar 18,4 por ciento en el mes, cortes como el cuadril o la nalga un 12,5 por ciento y la paleta 9,5 por ciento), en café molido (7,6 por ciento), cerveza en botella (6,6 por ciento), agua sin gas (5,8 por ciento) y aceite de girasol (5,4 por ciento).
Algunos de estos items integran la CBA, que sirve para medir el nivel de indigencia a nivel nacional. La CBA subió en diciembre un 2,3 por ciento mensual, acortando su diferencia con la inflación minorista promedio: en el acumulado anual la CBA trepó 86,7 por ciento versus 118 por ciento en el caso de los precios promedio.
Así, el nivel de ingresos que necesitó una familia tipo de cuatro integrantes en diciembre para no ser indigente fue de 449.313 pesos, mientras el valor por “adulto equivalente” fue de 145.408 pesos. La CBA reúne requerimientos energéticos y de nutrientes elementales para la supervivencia de una persona, como distintas cantidades de hidratos, verduras, frutas, carnes, lácteos, bebidas y condimentos que siguen recomendaciones médicas.
Por otro lado, la CBT subió en el mes 2,3 por ciento y también acortó su distancia respecto de la inflación general, cabe decir que es el valor que define a una familia como pobre en el país, esa suma para el caso de una familia de cuatro integrantes fue de 1.024.435 pesos, mientras que en el caso de un hogar monoambiental, un “adulto equivalente” precisó 331.532 pesos para no ser pobre en diciembre.
La CBT subió en el año 106,6 por ciento, reflejando que la desaceleración de precios se concentró en items como el de Alimentos y bebidas ya que la CBA subió menos que la última. La CBT se compone de la CBA ampliada con otros bienes y servicios no alimentarios (como vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) escogidos en base a los hábitos de consumo de la población (cabe notar que no incluye el precio de un alquiler).
A modo de comparar, cabe notar que el valor de la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue de 74.622 pesos en diciembre, un valor muy por debajo de la CBA pese a que esta prestación registró en el año un crecimiento real, es decir subió más que la inflación promedio. En tanto, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) llegó a 279.718 pesos en diciembre, es decir que llegó a cubrir la CBA de un adulto equivalente pero no la CBT, y acumula una caída en comparación con la inflación de magnitudes históricas, de acuerdo a un informe de CIFRA-CTA.
El Gobierno mostró una gran predisposición a difundir datos de pobreza que mostraban como éxito una importante caída, que más bien se asoció a la desaceleración inflacionaria que a una mejora en las condiciones de vida de esta población.