La legisladora porteña y militante por los derechos humanos Victoria Montenegro celebró el reciente fallo del juez federal Ariel Lijo que obliga al Gobierno de Javier Milei a mantener los sitios de memoria abiertos y en funcionamiento, una medida que aplica a los cinco centros que funcionaron en Buenos Aires: la ExESMA, el Virrey Ceballos, el Olimpo, Club Atlético y Automotores Orletti.

La resolución de Lijo - el juez que Milei propone como uno de los candidatos para la Corte Suprema de Justicia - llega en medio de un nuevo ataque a los espacios que se levantaron en los excentros clandestinos de detención y tras un año de recortes de presupuesto y falta de políticas activas de preservación, que a finales de 2024 culminó con una ola de despidos y el temor de un posible cierre definitivo.

Según el fallo del juez Lijo, se debe garantizar una dotación de “personal capacitado” para que los sitios de memoria funcionen como lo venían haciendo. Además, dispuso que se hagan tareas de mantenimiento, conservación, preservación del edificio y limpieza diaria.

“Celebramos el pronunciamiento de Lijo en obligar al secretario (de Derechos Humanos, Alberto Baños) a que garantice la vida de los sitios de memoria”, sostuvo por Montenegro, quien impulsó el reclamo ante la Justicia. La legisladora porteña, presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad, explicó que el pedido fue a Lijo por el simple hecho de que era el magistrado a cargo en medio de la feria. Una coincidencia es que Lijo sea, además, el juez a cargo de la megacausa por los crímenes de lesa humandidad cometidos en la ESMA durante la dictadura.

En declaraciones a la 750, Montenegro advirtió que “hay dos discusiones: por un lado, la de los trabajadores - y es difícil entender cómo impacta eso en los sitios de memoria. --. No cualquiera puede trabajar ahí. Son personas que hace muchos años vienen trabajando en la recuperación”.

Montenegro destacó que los trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos conocen como pocos el funcionamiento de la “transmisión de lo que se trató esa historia, cómo se transitan esos lugares, cómo se les explica lo que fue la dictadura militar y el tormento”.

Por otro, lado, señaló que “hay cuestiones concretas". "Un ejemplo chiquito es El Atlético: cuando la dictadura decidió tirar abajo el edificio, no se tomó la molestia de limpiar todo lo que había. Porque era imposible pensar que lo iban a encontrar. Pero se llevó a cabo la investigación lugar”. “Ahí abajo el equipo estaba trabajando en las excavaciones. Y se fueron encontrando pruebas. Pero el Gobierno decidió no avanzar con las obras. Y como no se preserva, cada vez que llueve, se rebalsa el agua y se pierde todo lo que está abajo”, añadió.