En diciembre de 2010 Rosario definió un Plan Integral de Movilidad (PIM) que contenía tres ejes básicos: promover el transporte urbano masivo, fomentar el transporte no motorizado (bicicletas) y disuadir el uso del auto particular. “Pasaron 14 años, estos tres ejes hoy no son efectivos porque no están ocurriendo, por eso es necesario sentarnos a debatir un nuevo plan integral”, dijo ayer a Rosario/12 la concejala radical Anahí Schibelbein, quien realizó una encuesta sobre el tráfico en el microcentro de Rosario, cuyos resultados revelan que “el 97% dice que la congestión vehicular es un problema”, y que ese inconveniente lo ocasionan, mayoritariamente, la cantidad de automotores que circulan por allí en horario pico y “la falta de controles”. La edila propone, entonces, “rediscutir” aquél programa.
Congestión, bocinazos, estacionamiento en doble fila, automóviles particulares en lo carriles exclusivos para micros, motos en los destinados a las bicicletas son parte de la habitualidad del paisaje del microcentro rosarino, particularmente los días de semana y en horario pico. El parque automotor local ascendía en junio pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) a 640 mil, entre motos y autos.
El último informe sobre indicadores de tránsito publicado en la web del Ente de la Movilidad, de abril de 2023, señala que entonces se registraba un promedio de 64,922 viajes de taxi por jornada, los días hábiles. En bicicletas, en tanto, el promedio era de 3.899 viajes diarios.
“El estado de situación es complejo y difícil, por eso es imprescindible ponerlo en la agenda del gobierno”, dijo Schibelbein a este diario. “Esto no va a permanecer así -estimó-, sino que se va a agravar si no lo abordamos con premura”.
Para la concejala del bloque Radical, la que se presenta “es una oportunidad teniendo en cuenta el contexto provincial y municipal (de coincidencia política) para discutirlo en términos metropolitanos”, que incluya a las ciudades del Gran Rosario cuyos residentes trabajan o realizan tareas cotidianas en Rosario.
Para reforzar su idea o despejar prejuicios, Schibelbein y su equipo realizaron una encuesta de 357 casos en la segunda semana de enero en el microcentro de la ciudad, con personas que utilizan distintos medios de movilidad.
Los resultados del relevamiento, explicó la concejala, fueron que un 97% considera que el tráfico en el centro de la ciudad es un problema a resolver; un 40% entiende que la razón principal de la congestión en el área central está dada por la gran cantidad de autos particulares que circulan y la segunda razón, y un 35%, por falta de control.
Además, “la mitad de los encuestados sostiene que la calle más congestionada, en el área, es San Luis, seguida por la calle Santa Fe y, en tercer lugar, calle Rioja”. Por las dos primeras circulan buena parte de las líneas del transporte urbano de pasajeros.
El sondeo indicó también que “un 41% de los entrevistados no usan el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) por los tiempos de espera, por comodidad y seguridad”, mientras que “un 90% de los usuarios que usan el TUP, afirman que se transportan por este medio por no tener auto propio”. Es decir que, si pudieran, se trasladarían en auto y contribuirían al congestionamiento.
Schibelbein señaló que si bien no está confeccionada sobre muchos casos, “la encuesta es una herramienta que pretendía tener para tener un soporte más la idea de validar el análsis que hacía de la congestión vehicular en el centro”. Ese insumo le sirvió -con independencia de su validez técnica- para confirmar lo que se observar a simple vista.
“Me parecía importante consultarte a los vecinos que se movilizan por el centro y en diferentes modalidades, choferes de colectivos y taxis, auto, y usuarios de transporte público, para saber qué mirada tenían”, añadió la concejal de la UCR.
Con esos datos, Schibelbein presentó un proyecto en el Concejo Municipal para poner el tema en debate. “El PIM es un instrumento de planificación que fue el resultado de un trabajo participativo y cuyo objetivo principal fue lograr un sistema de movilidad urbano-regional integrado, eficiente y competitivo, optimizando la distribución modal en pasajeros y cargas e incorporando los procesos y tecnologías que promuevan la sustentabilidad ambiental local y global”, recordó, para agregar que “está clarísimo que esos objetivos no se lograron. Entonces creo que, a 14 años de su implementación, la ciudad merece volver a debatir al respecto”.
En esa línea, sostuvo que “movilizarse en el área central en horario pico/laboral es un problema dada la alta congestión vehicular de la zona. Las calles del macrocentro tienen un ancho promedio que no supera los 9 metros y en ese espacio limitado conviven los distintos medios de transporte (motorizado y no motorizado) con algunas restricciones en el uso del mismo como son los carriles exclusivos del TUP, las ciclovías y el estacionamiento medido”.
El punto 1 de los 8 objetivos que se planteó el PIM en 2010 fue “desarrollar un sistema integrado de transporte de calidad, inclusivo, que fomente el transporte ferroviario, tranviario y corredores exclusivos de transporte público y, en particular que fomente el transporte eléctrico”. Ni trenes, ni tranvías ni transporte eléctrico formaron, finalmente, parte del plan desarrollado hasta la actualidad.
“Tenemos una red ferroviaria importante, pero el Gobierno nacional tiene cero intención de promover ese tipo de cosas”, dijo la concejal, y agregó que en una charla que mantuvo con el titular del Ente de Coordinación Metropolitana (Ecom), Héctor Floriani, le planteó la posibilidad de constituir un consorcio de municipios y comunas “para pensar el transporte y arriesgarse a pensar otras cosas”.