Luego de que el presidente de Brasil, Luiz Ignacio "Lula" Da Silva, enviara al poder legislativo un proyecto que prohíbe a los estudiantes el uso de teléfonos móviles dentro de las escuelas, primarias y secundarias, de gestión pública y privada, el senador bonaerense Emmanuel González Santalla, autor de un proyecto similar, destacó la importancia de su pronta sanción.
“Es urgente que nuestros chicos dejen de utilizar dispositivos digitales que afectan su concentración en el aula. Al mismo tiempo, debemos generar un profundo debate como sociedad sobre el uso de pantallas en niños y jóvenes, que está provocando graves problemas en su salud física y mental, como miopía, obesidad, desnutrición, sedentarismo, problemas auditivos, retraso en el habla, trastornos en la conducta, ludopatía digital, grooming, bullying, entre otros”, le dijo el senador a Buenos Aires/12.
González Santalla, militante de La Cámpora, oriundo de Avellaneda y senador por la Tercera sección electoral, es secretario de la comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y vocal de la de Niñez, Adolescencia y Familia.
Presentó, en marzo del año pasado, conjuntamente con su par radical María Lorena Mandagarán, dos proyectos correlativos que prohíben el uso del teléfono celular en establecimientos educativos, uno en el ámbito de la primaria y otro en la secundaria. En septiembre pasado consiguió la sanción de la cámara alta por unanimidad. Ahora espera que diputados complete el trámite, para que el proyecto se convierta en ley, a partir del ejemplo brasileño.
El legislador destaca el involucramiento de expertos y de la comunidad educativa en su conjunto en la redacción del proyecto. "El caso reciente de Brasil, sumándose a distintos países del mundo que han comprendido la necesidad de regular el uso de celulares en las escuelas, deja en claro que es urgente que los Estados se hagan cargo de la situación", dice.
En Brasil, como en la Cámara de Senadores de la Provincia, el proyecto recibió respaldo de todo el arco político, así como de padres y estudiantes. Varios estados brasileños, como Río de Janeiro, Maranhão y Goiás, ya habían implementado restricciones similares. Según la Unesco, uno de cada cuatro países ya restringió el uso de smartphones en las escuelas, destacando los beneficios para el aprendizaje y la interacción social entre los estudiantes.
"Nosotros no tenemos una mirada anti desarrollo tecnológico, todo lo contrario, somos parte de un espacio político que con Cristina de Presidenta repartió millones de netbooks a estudiantes secundarios para achicar la brecha tecnológica en la Argentina, fue el gobierno de Mauricio Macri, quienes supuestamente iban a insertar a la argentina al mundo de la innovación tecnológica quienes lo primero que hicieron fue sacarle la computadora a los pibes. Sin embargo, somos conscientes que hoy el mal uso de la tecnología está haciendo estragos en la salud física y mental de todos nosotros y en particular de los más chicos", evalúa González Santalla.
Antecedentes
En Argentina ya hay un antecedentes. Existe prohibición legal de uso en Corrientes, Santa Cruz, Jujuy y Catamarca. Y regulación del uso en La Pampa, Salta, San Juan, Tucumán y Santa Fe. En la misma situación que Buenos Aires, con proyectos que aguardan ser sancionados, están Río Negro, Chubut, Neuquén y Chaco.
En agosto pasado, el ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires emitió la resolución, de contenido similar. La disposición sostiene que en ambos niveles, primario y secundario, los dispositivos deben permanecer guardados durante la jornada escolar, incluyendo los recreos. Asimismo, no se permite el uso de dispositivos digitales personales en clase, excepto con fines educativos y bajo las condiciones establecidas por el docente, en actividades previamente planificadas.
La regulación fue cambiando a lo largo del tiempo. En 2006, durante la gestión del gobernador Felipe Solá, la Dirección General de Escuelas emitió una resolución que prohibía taxativamente el uso de esa clase de dispositivos, a estudiantes y docentes por igual.
Una década más tarde, con María Eugenia Vidal como gobernadora y el actual diputado nacional Alejandro Finocchiaro a cargo de la cartera provincial de Educación, una resolución anuló la anterior, al considerar "que las tecnologías de la información y la comunicación potencian otras habilidades, como la capacidad de apropiación de estímulos visuales a gran velocidad, la facilidad para realizar diferentes tareas al mismo tiempo, la apropiación de lenguajes que se expresan a partir de múltiples soportes". En consecuencia, señalaba, correspondía revisar los aspectos técnicos pedagógicos, contemplado en cada uno de los Proyectos Institucionales.
Economía de la atención
"Hoy las empresas de tecnología compiten entre sí por la atención y el tiempo de las personas, desarrollan a través de técnicas de neuromarketing distintas estrategias para mantener a nuestros hijos atrapados frente a las pantallas. Si como padres fuéramos conscientes de todos estos peligros alejaríamos inmediatamente a los chicos de las pantallas y seguiríamos de forma estricta los consejos de los especialistas, es urgente informar, hablar del tema y ponerlo en la agenda pública cuanto antes", sostiene González Santalla.
Para él, la solución no es frenar el desarrollo tecnológico, lo cual además es imposible, sino que considera que "la respuesta debe ser construir más comunidad para cuidar a los chicos, debe ser tomar conciencia y prepararnos para los desafíos que nos proponen las nuevas tecnologías que llegaron para quedarse".
"Bien utilizadas pueden acercar oportunidades para la salud, la seguridad, la educación también, por supuesto, pero lo que no podemos permitirnos es dejar a nuestros hijos de rehenes de las empresas de tecnología, hay que entender que para ellos nosotros no somos sus clientes, nosotros y nuestros hijos somos el producto que ellos venden", advierte a modo de conclusión mientras augura que la Cámara de Diputados bonaerense tome el proyecto por que viene empujando desde hace ya casi un año.