El colapso financiero del Grupo Los Grobo sigue generando repercusiones en diversos sectores del sistema financiero y muestra la crisis que atraviesan sectores del campo. A pesar de apoyar las políticas de ajuste, el sector agropecuario sufre las consecuencias de la política económica de apreciación cambiaria. La Mesa de Enlace se reúne este jueves para fijar posición ante el Gobierno y endurecer los reclamos.

Tras incumplir con pagarés bursátiles por más de diez millones de dólares y acumular cheques rechazados por aproximadamente 3100 millones de pesos, el default de las empresas de los Grobo se sigue ampliando y alcanzó a los bancos. 

Las empresas Los Grobo Agropecuaria y Agrofina informaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no cumplieron con vencimientos de deuda por cerca 30 millones de dólares, afectando a bancos como Galicia, Santander, HSBC, Bapro, Supervielle, Hipotecario, Macro e Industrial.

Además, la firma financiera internacional Promontoria Holding 318 B.V. está involucrada como prestamista en los contratos de prefinanciación de exportaciones que actualmente están en incumplimiento. 

En el caso de Agrofina, los incumplimientos incluyen pagos por más de 6 millones doscientos relacionados con un contrato de refinanciación de deuda de diciembre de 2021, y otros 2 millones dólares de un contrato de prefinanciación de exportaciones de noviembre de 2019. 

Los Grobo Agropecuaria reportó incumplimientos similares, incluyendo el no pago de más de 8 millones de un contrato de refinanciación de deuda y 4 millones de dólares de un contrato de prefinanciación de exportaciones. 

La falta de acuerdo en las negociaciones con los acreedores activaron el mecanismo de garantías asociado a los contratos, permitiendo a los bancos y a Promontoria ejecutar los bienes ofrecidos como respaldo. Esto podría llevar a la liquidación o transferencia de bienes para cubrir las deudas impagas. TMF Trust Company, como agente de garantía, será responsable de administrar los bienes fideicomitidos y destinarlos al cumplimiento de las obligaciones financieras si es necesario.

Las empresas en default aseguraron que continúan en conversaciones con sus acreedores para reestructurar los pagos pendientes y evitar mayores complicaciones legales y operativas. Sin embargo, la magnitud de los montos involucrados refleja un panorama crítico para el grupo Los Grobo, con posibilidades de efecto dominó para el resto de empresas del sector y problemas de cadena de pagos.

Impacto en el agro

El conflicto escaló más allá del sector financiero. Un grupo de productores agropecuarios y transportistas de granos se ha manifestado en la entrada de la planta de acopio de Los Grobo en San Miguel del Monte, reclamando pagos adeudados.

Además, denunciaron que la empresa estaba realizando "un vaciamiento" al retirar granos de madrugada, mientras incumple con sus obligaciones financieras con los productores. La situación es cada vez más crítica y no parece encontrar una solución que no afecte seriamente al sector primario.

Desde la empresa, desmintieron categóricamente el vaciamiento y afirmaron que la distribución de granos se realiza con normalidad, salvo por el bloqueo de la planta de San Miguel del Monte por parte de camioneros con reclamos no relacionados con la distribución de granos. Por su parte, los productores desmienten estas afirmaciones y están organizando una asamblea para discutir los pasos a seguir.

Políticas de ajuste 

El sector agropecuario, alineado con las políticas de ajuste fiscal y estabilización cambiaria del Gobierno, enfrenta ahora una fuerte contradicción. La caída de los precios internacionales de la soja y la apreciación del tipo de cambio real han generado una crisis en el sector. Los productores están comenzando a enfrentar "riesgos de quiebra", según referentes sectoriales. La combinación de la mega apreciación cambiaria y la caída del precio internacional de la soja afectó la rentabilidad del sector.

El tipo de cambio real se encuentra en uno de los niveles más bajos de la última década, y el equipo económico busca mantener esta ancla contra la inflación. Esto impactó directamente en las cuentas de los exportadores de soja, que en los últimos meses han recibido un doble shock. Según la consultora 1816, la tonelada de soja ha perdido una porción significativa de su valor en los últimos doce meses, pasando de quinientos a alrededor de trescientos cincuenta dólares.

La situación ha generado tensiones en el sector, que comienza a endurecer su discurso. Las entidades que agrupan a los empresarios del agro aseguran que el campo enfrenta meses complejos y reclaman medidas que mejoren los números del sector. Sin embargo, el Gobierno no parece dispuesto a modificar el esquema cambiario o las retenciones. La Mesa de Enlace nacional volverá a encontrarse este jueves para reclamar una reunión con el ministro Luis Caputo o el propio Javier Milei para transmitir sus reclamos.