Otro conflicto laboral que escala y otra comunidad bonaerense entre las cuerdas por la decisión empresaria de dejar todo y partir. Ese es el drama que golpea a los trabajadores del Frigorífico Regional Las Heras, ubicado en la localidad homónima, que fue tomado por el gremio a la espera de una respuesta por parte del propietario.
Se trata de uno de los frigoríficos más importantes del país, dado que está habilitado para exportar a China. La decisión, según indicaron a los trabajadores, es la de vender el sitio. Lo cierto es que en el medio reina la incertidumbre, ya que no cobraron los salarios de noviembre, diciembre ni el aguinaldo.
El conflicto encendió las alarmas en la Intendencia que conduce el dirigente del Frente Renovador, Javier Osuna, quien entabló contactos con sus pares de Marcos Paz, Ricardo Curutchet; y de Navarro, Facundo Diz, ya que los empleados son oriundos de esas tres localidades.
“Está sin funcionar desde principios de diciembre, está paralizado y los trabajadores se van turnando para permanecer en el lugar. Son 200 personas sin trabajo, son muchas familias atrás. Es uno de los empleadores más importantes de la zona, tiene muchísimos años de trayectoria”, describió a Buenos Aires/12 el jefe de gabinete de General Las Heras, Marcelo Sartori.
Si bien la incertidumbre manda, una suerte de esperanza se visualiza en la intención de vender el sitio, dado que podría significar que haya continuidad en la operatoria, pero el reloj apremia. “Por parte del sindicato sabemos que si bien no están trabajando ni cobrando, el diálogo con la parte legal y al saber que está la decisión de venderlo ya es un paso más respecto de cómo estaba la situación en diciembre”, explicó Sartori.
El temor escala ante la posibilidad de una extensión del conflicto, ya que en la comuna entienden que no solamente tendrá impacto en las áreas de Desarrollo Social o de Salud que podrían incrementar su demanda, sino también en la merma de consumo en los comercios locales o en los alquileres.
Por su parte, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Carne para el Gran Buenos Aires (Sicgba), Alberto Herrero, dijo en AM710 que la empresa adeuda “unos tres millones de pesos por persona entre sueldos y aguinaldo, nunca cumplieron los acuerdos paritarios”.
“Tomamos pacíficamente el frigorífico. Hasta que no haya una respuesta no dejarán entrar al dueño ni entregarán nada”, dijo en referencia a las maquinarias e insumos.
Según consignó, la producción allí “iba en decadencia porque en su momento se le terminaron los créditos al dueño, lo que llevó a que faene menos carne” y aclaró que “los trabajadores no son conflictivos, son gente de trabajo que tienen más de 30 años acá y quieren jubilarse acá”.
A este panorama se agrega la caída brutal que tuvo el consumo de carne, que se redujo 12 por ciento durante 2024 y se ubicó como el peor año en ventas de cortes vacunos en dos décadas.
Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra), el consumo interno aparente de carne vacuna fue equivalente a 2,038 millones de toneladas, 10,1 por ciento menor a la absorción en el mercado doméstico del mismo lapso de 2023.
Como dio cuenta Buenos Aires/12 en las últimas semanas también se dio el cierre de Dánica, en Llavallol, con 150 despidos, y de Avón, en San Fernando, con 293 ceses laborales, además de los 360 echados de la firma DASS, en un caso similar al de los 101 despedidos de Biocontinentar en Chivilcoy.
Funcionarios del Gobierno de la Provincia marcaron que, además, en diversas comunas hay empresas con procedimientos preventivos de crisis, como es el caso de una muy conocida firma del rubro del neumático que despidió el año pasado más de 400 trabajadores, y ahora pidió la reapertura. “Estamos ante un escenario de un industricidio”, sentenció a Buenos Aires/12 el subsecretario de Relaciones del Trabajo bonaerense, Andrés Reveles, del equipo de Walter Correa.
“Estamos siguiendo lo que está pasando en la industria y nos preocupa sobremanera”, planteó. “En la legislación argentina el despido no está prohibido. Ahora, también tenemos que entender que hay cuestiones que son socialmente injustas. Si tengo ventas, si soy una empresa líder, no me puedo ir de un lugar porque quiero hacer más plata importando y dejando un desastre social”, subrayó.
El caso del cierre de la planta de calzado de origen brasileño DASS fue el de mayor impacto en el inicio del año, dado que los trabajadores recibieron los telegramas de despido en plenas vacaciones.
"Son 360 familias que tienen obra social por dos o tres meses y después se corta. Nuestro hospital va a estallar en el invierno, ya estamos viendo eso y no hay mucha alternativa cuando no hay respuesta del gobierno nacional", había expresado el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, al describir el impacto que tendrá en el distrito, en diálogo con Buenos Aires/12.