El papa Francisco sufrió un accidente doméstico este jueves que le causó una contusión en el antebrazo derecho. Sin embargo, la Oficina de Prensa de la Santa Sede anunció en un breve comunicado que el pontífice no resultó fracturado.
"Esta mañana, a causa de una caída en la residencia de Santa Marta —donde reside—, "el papa Francisco tuvo una contusión en el antebrazo derecho, sin fractura", indicó el comunicado.
En tanto, aclararon que el brazo del máximo representante de la Iglesia Católica, de 88 años, "fue inmovilizado como medida de precaución". A pesar de la caída, Francisco continuó con su agenda de trabajo, que consistía en cinco audiencias.
Se trata de la segunda caída del Papa en poco tiempo, ya que el pasado 7 de diciembre, el Pontífice, que tiene graves problemas de movilidad, apareció con un gran hematoma a la altura de la barbilla.
En aquel momento Francisco sufrió "una contusión cuando se golpeó con la mesilla de noche", según el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
También en esa ocasión, el pontífice continuó con su agenda y la celebración del décimo consistorio, en el que nombró a 21 nuevos cardenales y en el que apareció con el vistoso moratón a un lado derecho de la cara.
Francisco sufre de una grave gonalgia en la rodilla derecha que le impide caminar, por lo que usa una silla de ruedas, o, en algunas ocasiones, se ayuda con un bastón.
El recordatorio del caso Loan Peña del Papa a medio año de su desaparición
El papa Francisco se refirió este miércoles al caso Loan Peña, el niño correntino de cinco años que está desaparecido desde junio de 2024.
Durante una audiencia general en el Vaticano, el sumo pontífice relató la hipótesis más perturbadora del caso: que al niño "se lo llevaron para extraerle los órganos para hacer trasplantes".
El mensaje del papa ocurrió frente a cientos de fieles y en el marco de una reflexión sobre las diversas injusticias que afectan a los niños en todo el mundo.
Durante su alocución, Francisco recordó que el caso de Loan lo toca de cerca por tratarse de su país de origen. "Hay un caso en mi país, un chico llamado Loan fue secuestrado y nadie sabe dónde está", afirmó. Luego, expresó su preocupación por la posibilidad de que el niño haya sido víctima del tráfico de órganos.
"Esto se hace, se sabe bien. Algunos vuelven con la cicatriz, otros mueren. Por eso hoy yo quiero recordar este chico, Loan", afirmó Francisco, y lamentó que millones de menores alrededor del mundo se vean obligados a trabajar, sean víctimas de redes de pedofilia o matrimonios forzados.
Los padres de Loan, María Noguera y José Peña, enviaron en noviembre pasado una carta al papa Francisco, en la que pidieron ayuda para visibilizar el caso. "Nos toca en carne propia vivir el calvario que sufrieron los padres de Jesús", aseguraron en el escrito.
Sin embargo, señalaron que a diferencia de aquella historia, en la que "el Hijo del Padre aceptó ese dolor para él y sus padres", en este caso, los padres del niño se encuentran "sin ese amor, sin esa solidaridad" y llevan adelante una "lucha despareja".
