“Estoy feliz”. A un mes de cumplir 67 años, Fernando Aguerre sale del agua luego de dar espectáculo -y ganar- en su serie de Legends y cuenta cómo se siente mientras una enorme sonrisa se dibuja en su cara. Se trata de un hombre que nació en y para el agua, para surfear y correr esa interminable ola que llevó al surf hasta los Juegos. Pero en este momento no habla el padre del surf olímpico, sino un surfista más, casi como un nene feliz que acaba de pasar otro día disfrutando de su pasión.
Colegas, amigos y familiares lo saludan y felicitan. Y a él los ojos le brillan cuando se suma el fotógrafo y le muestra los retratos de sus olas. “Es una emoción, porque soy el de más edad del campeonato y los miedos están cuando entrás al agua en una condición así... Pero el mar siempre te regala algo. El heat no lo arranqué conectado, pero me concentré y pude entender la ola. Pero, por sobre todo, pude disfrutar de la tertulia de nuestra comunidad, de la amistad y todo lo que nos une”, cuenta emocionado.
De repente, alguien pasa y le dice que lo ve en su mejor momento en años. El marplatense se sorprende y piensa la respuesta. “Tal vez encontré la forma de ser feliz con quien soy, no con quien no soy. No puedo hacer lo mismo que a los 40, pero puedo hacer otras cosas. Estoy en mi ciudad natal, enamorado, creando una comunidad en mi barrio, pudiendo surfear todos los días, con cuatro hijos hermosos y un equipo detrás mío que me permite hacerlo. ¿Qué más puedo pedir?”, reflexiona quien desde hace 40 años es presidente de la International Surfing Association.
A su lado, la segunda edición del Quiksilver Full Moon Sessions sigue su desarrollo. Un evento invitacional con todas las generaciones del surf nacional, pasado, presente y futuro, con surfistas desde 12 hasta 66 años. Una idea de Aguerre que permite recorrer una línea de tiempo, que le da chances a que los jóvenes conozcan a quienes abrieron un camino y los agasajen, sin tanta competencia de por medio.
Igual, la hubo: un torneo por equipos en el que cada uno tuvo un junior, una dama, un Open, un Master, un Legend y un Longboarder -surfista de tablas más largas-. Ganó el team Luna Llena (se llevó un premio de $1.000.000), curiosamente en el evento que se hizo con el lema de esperar la primera luna llena del año. Una luna que salió a las 20.30 y terminó iluminando el cierre de un encuentro muy copado que tuvo un stand de comida top (pizza de masa madre y pinchos de carne y pollo, además de frutas y jugos), una barra de tragos y música con un DJ primero y en el final, en vivo, con la banda Joaquina y los Monotributistas. Un final soñado con calorcito y toda la onda.
Semejante despliegue organizativo y un día hermoso fue el combo ideal para convocar a mucha gente a esa tribuna natural que tiene el balneario Chapatrapa en Chapadmalal: cerca de 400 personas, además de la ubicada en una playa repleta. El team de Quiksilver y Ala Moana dispuso de un living enorme con sillas y gazebos para la comodidad de todos.
Hubo varias presencias notables. Dos familias muy surferas dieron el presente, la de Facundo Arana (su esposa Maria Susini y los hijos surfean) y la del ex arquero Fabián Assmann y la modelo Melina Pitra, ambos surfistas desde hace pocos años que tienen a sus dos hijas en el agua: Isabella, con 13 años, practica bodyboard e Indiana, con 9, se destaca en el surf. “Vine a este evento porque me encanta, especialmente ver a gente que vi correr toda la vida y que admiro porque es muy importante para el deporte, como Fernando Aguerre, que logró el hito olímpico y sigue disfrutando el surf como hace 50 años. El que alguna vez inventó un torneo seguramente pensó más en algo así que en lo que luego se convirtió. Hoy sonríen todos, los que irán al podio y los que no. Hasta es irrelevante si hay buenas olas… No importa. Acá estamos todos felices”, contó Arana. A su lado, Assmann dijo lo suyo. “En Mar del Plata encontramos nuestro lugar en el mundo y en el surf el poder compartir una pasión en familia”, admitió el ex arquero que hoy trabaja en la inferiores de Aldosivi.
Además estuvo Gabriel Salvia, coordinador del Comité Olímpico Argentino para el programa Playa Olímpica en toda la costa. “El objetivo es llevar el COA y el espíritu olímpico a la playa, un nuevo ámbito que ha descubierto en movimiento olímpico. Que la gente se siga acercando al deporte, en este caso a los de playa que tienen una esencia especial y han crecido mucho”, contó. Un apoyo más hacia el surf nacional.
Lucia Indurain, atleta Roxy que en los últimos dos años viene en alto nivel en el ámbito internacional, destacó el “ambiente descontracturado del evento, ideal para compartir charlas, reconocer el pasado, ver la evolución de nuestro deporte y disfrutar este gran presente”. Cerca de ella, Luis Radziunas, campeón nacional en 1979 y padre de uno de los mejores surfistas actuales (Franco), destacó la sociabilidad del evento. “Más que un torneo, es un encuentro de amigos, algunos que no veía hace tiempo. Me gusta compartir más que lo competitivo. Un evento que además celebra la historia, esto no empezó hace un par de años, tiene más de 60 años… La industria ha crecido mucho y las empresas están acompañando mucho en esta explosión del surf, que hoy vuelve a tener atletas que pueden competir con cualquiera a nivel internacional. En mi época esto no pasaba”, resaltó.
Javier Etchegoyen tiene 64 y admite que corre olas todo el año, además de hacer bici y nadar. “A veces llegó de trabajar a las 17, no me voy a meter pero veo desde mi departamento en Playa Grande que otros van al agua, y me termino metiendo. Siento la misma pasión que cuando era chico. Por eso me gustan estos eventos que no son tan competitivos. La pasamos muy bien, compartimos un momento y nos reímos mucho”, cuenta.
A su lado, Juan García Mata, de 48 años menos (tiene 16), la nueva joya de la marca RVCA, asiente. “Yo lo disfruto más que una competencia. Me encanta conocer en persona a quienes abrieron el camino para nosotros, es muy divertido compartir con ellos y ver junta a toda la familia del surf. Hoy todos nos alentamos y nosotros, los más chicos, podemos ver el estilo de cada camada y la evolución que ha tenido el surf”, explicó.
Así fue, pasado, presente y futuro disfrutando de un deporte en pleno crecimiento. En una jornada llena de amistad, camaradería y con la onda y la magia que sólo el surf puede generar…