La audiencia contra "Guille" Cantero y otros integrantes de Los Monos por sus vínculos con la barra de Newell’s culminó ayer, en su quinta jornada desde su inicio el pasado viernes 10. El juez Fernando Sosa resolvió aceptar la imputación por asociación ilícita y dictar la prisión preventiva para todos los imputados, entre ellos la de Diego Cantero, hermano del líder de la banda criminal y responsable de haber transmitido las órdenes que le llegaban desde la cárcel a los referentes del para avalanchas leproso. La investigación estuvo a cargo de los fiscales Franco Carbone y Adrián Spelta.
El juez valoró la evidencia presentada y destacó que hubo escuchas telefónicas, capturas de pantallas y testimonios de testigos reservados, e inclusive se contó con la palabra del presidente de Newell´s. En esta causa, Ignacio Astore reveló los aprietes y extorsiones de la barra leprosa, a través de integrantes de Los Monos.
Los funcionarios del MPA sostuvieron que el líder de la banda Los Monos funcionó como jefe de una asociación ilícita que administró durante varios meses de 2024 una disputa interna dentro de la barra de Newell’s, con Leandro “Pollo” Vinardi de un lado y Alejandro “Rengo” Ficcadenti del otro: estos últimos tenían a su vez varios arietes que trasladaban las órdenes y generaban hechos violentos, con el objetivo de conseguir el manejo de los negocios que surgen del control del para avalanchas del Coloso del Parque.
Según la pesquisa el comienzo de esta historia se remonta a los días 20 y 22 de enero de 2024, que fueron días de visitas para "Guille”, en el penal de Marcos Paz. La visita fue Alejandro Nicolás Ficcadenti, el Rengo. Para los fiscales que investigaron la interna de la barra leprosa, ese día se selló un acuerdo entre ambos, que había comenzado con conversaciones telefónicas trianguladas el 10 de enero.
Cantero, considerado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) como jefe de la barra de Newell’s -condición que ejerció desde la cárcel-, le dio al okey al Rengo para que arme una barra disidente que enfrente a la oficial, liderada por Leandro Vinardi, el Pollo, quien también respondía a Cantero.
Según la investigación, el Rengo buscó el aval del jefe de Los Monos y para eso “le ofreció un mejor porcentaje en la tributación del dinero recaudado con los distintos negocios ilícitos vinculados a la barra” que los que pagaba el Pollo, quien también está condenado y detenido en una prisión federal, pero la de Ezeiza. Salvo por Ficcadenti, los hilos de la barra y sus negocios eran manejados por dos presos, con personas que oficiaban de “gerentes” extramuros.
Desde aquél acuerdo la barra leprosa tuvo dos versiones: la “oficial”, liderada por el Pollo Vinardi, y la “disidente”, capitaneada por el Rengo Ficcadenti que, a de alguna manera, fue una jugada de Cantero para controlar que el primero no lo pasara en la rendición de la plata negra que generaban los partidos de locales de Newell’s.
En forma sintética, y siempre de acuerdo a la investigación de Spelta y Carbone, la barra cobró durante el año pasado -por medios extorsivos- $1.500.000 en efectivo por partido a la dirigencia del club, que de ese modo “compró” tranquilidad; el producido de 1.700 entradas; un porcentaje de lo vendido en los carritos ubicados en las inmediaciones del estadio; y una porción de lo recaudado por los cuidacoches de la zona.
Así Cantero buscó controlar a sus gerentes en la barra pero, también consiguió un conflicto armado entre las dos sectores que alentó y que le tributaban, para imponerse una a otra. El hecho más extremo fue cuando Ficcadenti a través de su mano derecha Sergio “Bebe” Di Vanni, mandó a matar el 13 de julio a Luciano Román Gallardo, quien manejaba la tribuna en nombre de Vinardi y su pareja Sabrina Ivana Barrías.
Personas aún no identificadas en la investigación fueron hasta el domicilio de Gallardo y efectuaron al menos 14 detonaciones con una 9 milímetros. La víctima involuntaria de los disparos fue su hijastro, identificado como Emilio S., de 16 años. Los fiscales también registraron otros hechos de violencia, como amenazas a dirigentes del club y a la familia de Ángel Di María, pensados por el "Rengo" para sacar chapa. “Esta disputa por el poder finalizó en el 22 de julio de 2024 luego que Cantero decidiera que el "Pollo" Leandro Vinardi siga siendo el jefe, quedando Ficcadenti desplazado de la organización”, sostuvieron los fiscales en las audiencias de acusación.
La “notificación” de esa decisión, Cantero la hizo a través de su primo Diego Cantero, también imputado en la causa, quien ofició de nexo entre el jefe de Los Monos y sus gerentes en el barra leprosa. Diego estaba anotado como hermano de “Guille” en los registros del presidio y accedió a las vistas, en las que su primo le daba las indicaciones, según la acusación de la Fiscalía.
La hipótesis de los investigadores es que la estructura criminal dejó de funcionar el 2 de agosto del año pasado, cuando se produjo la detención de la pareja del Pollo, Sabrina Barrías, junto a Luciano Gallardo y Emir Rodríguez. Poco más de 20 días después cayeron los referentes de la barra disidente: el Rengo y el Bebe Di Vanni.
Los fiscales Spelta y Carbone imputaron a Cantero por el delito de asociación ilícita en calidad de jefe, y a su primo Diego como organizador de la banda. Los acusaron de integrar una “organización criminal destinada a cometer una multiplicidad de delitos contra las personas, la propiedad, la libertad y la seguridad pública, a través de los cuales procuraban obtener un lucro indebido con los distintos negocios asociados a la barra brava del Club Atlético Newell’s Old Boys”.
En cuanto al sector denominado barra oficial, los fiscales acusaron a Vinardi como organizador de una asociación ilícita, al igual que a su pareja Barría, quien recibía las órdenes y las ejecutaba mediante la figura de Gallardo, imputado en la banda en calidad de “miembros”, del mismo modo que otros tres detenidos.
En relación a la barra disidente que lideró por unos meses el Rengo, con la venia de “Guille”, los representantes del MPA imputaron a Ficcadenti como organizador, y a De Vanni, Oscar “Torrasa” Mauro y Antonio Sebastián Mauro en calidad de miembros de la organización criminal.