El incendio en la localidad chubutense de Epuyén ya arrasó con unas 2000 hectáreas de bosque, alrededor de 50 casas y el SUM de una escuela. Fueron evacuadas más de 200 personas, pero no hubo ninguna víctima fatal. El fuego cambió de dirección y apunta a zonas de bosque no pobladas, según informó la gobernación provincial.
"Podemos llevar tranquilidad de que ya no corren riesgo los vecinos de Epuyén, pero la vuelta a las casas va a ser ordenada, por distintos cuadrantes. Seguiremos trabajando con los 270 brigadistas, vecinos civiles, bomberos voluntarios, 3 aviones hidrantes y un helicóptero", adelantó el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, este jueves en una conferencia de prensa.
Las autoridades confirmaron que no hay heridos de gravedad, pero señalaron que algunos vecinos tienen heridas superficiales por tratar de salvar sus pertenencias de la destrucción. Una parte de los brigadistas también resultó levemente herido, aunque las principales afecciones fueron respiratorias por trabajar con mucha cantidad de humo.
En medio de los trabajos para contener el avance del fuego, la organización Greenpeace alertó sobre el impacto de los recortes en el Estado nacional. El Gobierno no renovó el contrato de muchos brigadistas y otros todavía no tienen confirmada su renovación, según los informes de los trabajadores de Parques Nacionales. "Es una situación histórica de precariedad en cuanto a contratos, pero el presupuesto a nivel nacional para Bosques también ha sido recortado. La negación de las causas humanas y del impacto de la crisis climática por parte del Gobierno va en contramano del consenso científico y político a nivel mundial", afirmó a Página 12 Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.
Debido a esto, la cantidad de brigadistas es reducida "tanto a nivel provincial como a nivel nacional", lo que provoca que los incendios se extiendan bastante tiempo. "No nos alcanza la infraestructura para el escenario de hoy. Para poder apagar rápido los focos cuando se expanden, ya que lo que se hace es tratar de controlar el fuego. Lo que termina apagando es la lluvia. El escenario de crisis climática nos obliga a aumentar significativamente el presupuesto para la prevención, la cantidad de brigadistas y la infraestructura", demandó el ambientalista, en alusión también a los incendios en el Parque Nacional Nahuel Huapi.
El gobierno provincial conformó un comité de emergencia, integrado por equipos locales, provinciales y nacionales que trabajan en la zona combatiendo el fuego. Sus tareas son coordinar la continuidad de los operativos destinados a salvaguardar la integridad física de los vecinos, resguardar las viviendas y proteger el patrimonio natural de Epuyén. El gobernador agregó que "se está acompañando con asistencia psicológica" y que el Ministerio de Producción está en contacto con los productores locales que perdieron su ganado.
Torres anunció la ejecución de una partida de emergencia ígnea y la petición de la declaración de emergencia a los legisladores nacionales por Chubut. Además, adelantó que luego van a solicitarle al Gobierno Nacional un fondo especial de catástrofe y un plan de viviendas. Torres garantizó la presencia del Estado para las 50 familias que perdieron su vivienda en el fuego: materiales para la autoconstrucción de viviendas y la reubicación de familias.
Giardini explicó que la propagación del fuego en Epuyén consta de tres factores: los fuertes vientos, la sequía por el fenómeno de La Niña junto con la crisis climática y la presencia de pinos, árboles no-nativos que aumentan la celeridad de la propagación del fuego.
Sobre la intencionalidad del incendio, Torres sembró sospecha: "Se está haciendo el peritaje, pero nos llama mucho la atención que en simultáneo hubo dos focos: uno en Trevelin y otro en la zona de Golondrinas". Sin embargo, también apuntó a concientizar a la población, ya que la gran parte de las veces los incendios son provocados por causas humanas: "no hay fuego controlado con estas temperaturas".
Algunos vecinos manifestaron temor por la posibilidad de negocios inmobiliarios o extractivistas escondidos bajo el desmonte. En la anterior temporada primavera-verano se incendiaron más de 7 mil hectáreas de bosque a nivel nacional. De esa cifra, gran parte fue en el Parque Nacional Los Alerces, pero el 90 por ciento corresponde a la provincia de Chubut.
Aun así, Giardini sostuvo: "Siempre hay especulación. Un factor es el inmobiliario, pero también cuando vemos incendios forestales en otras regiones o inclusive a veces en el bosque andino patagónico, la intencionalidad puede ser quitar el bosque bajo para mantener pastura para las vacas, para la cuestión ganadera. Eso pasa mucho también en Córdoba y en otras provincias donde se recurre a la quema".
"El sistema de multas no está sirviendo. Es más delito robar un pan para comer que incendiar un bosque. Estamos ahí en un dilema jurídico complejo. Hay que hacer prevención desde el Estado y mejorar la estructura para poder atacar rápido los focos, pero también hay que trabajar en las causas", advirtió. Por otra parte, el gobernador reflexionó: "Más que hacer leyes más firmes, se necesitan cumplir las que ya están. Los tiempos de la Justicia no son los de la gente".
Informe: Natalia Rótolo.