Son tan pocas las certezas y tantas las sospechas sobre el acuerdo -todavía no ejecutado- entre Estudiantes de La Plata y el empresario estadounidense Foster Gillett que cuando el presidente pincha, Juan Sebastián Verón, se refiere públicamente al mismo, los hinchas se enteran de algo nuevo.
La Brujita brindó nuevas precisiones este viernes en una entrevista televisiva en la que profundizó sobre el nacimiento de su vínculo con el empresario, su nivel de injerencia en decisiones futbolísticas, la duración del acuerdo y su relación con Javier Milei.
"No tengo partido político, no sé qué soy, pero si sé que la parte social del club tiene que estar alimentada por el privado. Si eso me hace mas mileísta o peroncho, no sé, no tengo idea", declaró el exvolante a TyC Sports, en referencia a la embestida gubernamental para privatizar los clubes y la coincidencia con la llegada de Gillett a La Plata.
En ese sentido, agregó: "Me senté con Néstor Kirchner y, en realidad, no soy kirchnerista, pero sí reconozco que hay cuestiones sociales importantes y que esa herramienta bien usada le sirvió al club y nos sirve. Posiblemente, con todo esto me acerque más a la política de Milei".
Vale recordar que Estudiantes ya firmó un par de preacuerdos con el empresario y su billetera se hizo sentir en este verano con las llegadas a préstamo de Cristian Medina y Lucas Alario.
"Estoy a favor del ingreso de los capitales, pero tiene que estar claro para el club y tiene que haber una ley. Ahí esta la cuestión, por eso el mensaje no tiene que ser duro, sino entender que ambas cosas pueden convivir y hacerle bien al club", explicó Verón sobre su iniciativa que, por ahora, avanza a paso lento y dependerá al fin y al cabo de la aprobación de los socios del club.
En cuanto a su relación con Gillett, el presidente pincha explicó: "Lo conocí en Argentina, por Guillermo Tofoni (uno de los paladines de Milei en la cruzada privatizadora). De hecho, él me conocía por el fútbol y, a partir de ahí, empezamos a tener una relación más vinculada a la visión y la necesidad del fútbol argentino que la que tiene Estudiantes".
"Le dije de armar una sociedad y que eso le dé recursos para que, en este caso, la Sociedad Civil, que es lo mismo, tenga esas herramientas para seguir mejorando y que los deportes crezcan. Que no se empecine en comprar un club porque iba a encontrar resistencia. Ahí empezamos a discutir este modelo nuevo", reveló.
Por último, Verón intentó dar detalles sobre el acuerdo entre las partes aunque terminó generando más incertidumbre. "No sabemos si la sociedad va a durar 20 o 100 años, no tenemos idea. Le pusimos un plazo lógico, como el desarrollo de cada sociedad es el tiempo que nos va a dar. Lo pusimos por 30 años y con posibilidad de extender el plazo", explicó sobre la duración del negocio.
Mientras que alertó sobre el nivel de injerencia que puede tener el empresario en decisiones futbolísticas, como la elección del entrenador. "Si el día de mañana Foster dice que no le gusta (Eduardo) Domínguez, es una opinión y la podemos escuchar. De ahí a meterse a una decisión tan importante, como un técnico o un director deportivo, sin conocer bien el medio, ahí estaría él atentando contra su propio proyecto. Se tiene que apoyar en nosotros, ir conociendo el medio y el día de mañana proponer un técnico", concluyó.