Un feroz incendio en un monte de eucaliptos en la planta de Celulosa encendió las alarmas en Capitán Bermúdez, a 25 kilómetros de Rosario, donde varias dotaciones de bomberos trabajaron desde anteanoche para contrarrestar el fuego y sus consecuencias. Después de una reactivación del incendio durante la mañana de ayer, al mediodía el foco estaba controlado sin que hubiera víctimas, heridos ni daños materiales. “Se origina en la cercanía de un asentamiento irregular que tenemos hace unos cuantos años, el monte de eucaliptus de la firma Celulosa y no fue por combustión del terreno”, dijo el intendente de Capitán Bermúdez, Daniel Cinalli. 

El jueves a última hora consideraron que el fuego se había podido controlar, pero luego se volvió a prender. "Algún árbol habrá quedado prendido y se reactivó”, lamentó Cinalli y explicó la peligrosidad del incendio al advertir que se encontraba en cercanías del depósito de troncos de la empresa.

El daño en el terreno fue sobre la corteza de los árboles y altos pastizales, abandonados en su mantenimiento por recortes presupuestarios de la empresa y utilizados como una barrera natural para evitar la expansión del asentamiento irregular de la zona, confió Cinalli. No hubo que lamentar víctimas ni heridos, tampoco daños materiales de la empresa, aunque varios bomberos debieron ser atendidos durante el transcurso del operativo. El jefe comunal señaló el costo del despliegue de personal de bomberos, y agradeció a los de toda la provincia, en especial a los de Capitan Bermúdez. 

El mayor temor era la propagación del fuego sobre la maleza y generar un incendio de mayores magnitudes en todo el bosque de la zona justo en el límite entre Capitán Bermúdez y Granadero Baigorria. Eso fue lo que lograron impedir. 

El bombero a cargo del operativo, Patricio Hidalgo, precisó que durante la mañana de ayer, se realizaron "todas maniobras defensivas en cuanto a la vivienda que se encuentra próxima al bosque de eucalipto que se incendió, en cuanto al gasoducto y en cuanto al barrio que se encuentra más adelante. Esos eran los tres focos que estaban activos. Actualmente solo queda uno activo, que es el de los troncos del bosque de eucalipto. Además, estamos realizando guardia de cenizas sobre los otros dos”.

En la tarde de ayer, cuando el fuego ya estaba controlado, el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, reconoció “el gran trabajo que realizan los Bomberos Voluntarios y Bomberos Zapadores. Una vez que por las características y la magnitud del incendio escapó de la jurisdicción, el jefe de seguridad nos llamó para poder convocar a todas las regionales. Los jefes de Bomberos Zapadores, Bomberos Voluntarios y de Protección Civil determinaron que era importante el ataque aéreo también, que eso facilita y disminuye, sobre todo, la gran concentración de temperatura que hay en estos momentos, especialmente en la zona de troncos”.

“El fuego está controlado, pero hay que estar atentos. Ahora con personal de la Brigada de Emergencia y Protección Civil nos vamos a desplegar por todo el terreno para evitar que el viento vuele alguna ceniza. Estamos trabajando de manera coordinada con la empresa y también con Salud por las altas temperaturas. Están todos los eslabones tomados y ahora ya está controlado el fuego y circunscrito, pero el viento puede hacer que migre a otro lado, por eso seguimos controlando", siguió Escajadillo.

El funcionario de Protección Civil adelantó que seguirían trabajando ayer "hasta las últimas horas del día. Han venido brigadistas de Santa Fe para que operemos directamente comunicados con el helicóptero para ver los lugares donde tiene que afinar la puntería del agua. Tenemos la fortuna de que tenemos un río cercano, eso permite también la recarga del helicóptero”.

El terreno es atravesado bajo superficie por un canal que desagua en la planta de tratamientos de aguas de Aguas Santafesinas y además una cabina reductora de gas, que abastece a parte de Capitán Bermúdez y a Celulosa de este servicio, por lo que las tareas fueron de especial complejidad.

Al respecto, Hidalgo aseguró: "“Queremos llevar tranquilidad a los vecinos con respecto al gasoducto, que está totalmente controlado. Tenemos una de las brigadas de emergencia de las empresas monitoreándolo".

Por otro lado, Cinalli instó a ofrecerle una “solución habitacional de relocalización a las familias”, pero también denunció que muchas viviendas son utilizadas como “aguantaderos” aprovechando la cercanía entre ambas localidades del córdon industrial. “Era la vieja bajada del Espinillo, ahora es un asentamiento para pescadores, de gente humilde, aunque también lo usa mucha gente para delinquir”, denunció.